Por la boca muere el pez.
Por la boca muere el pez. El exseleccionador inglés de fútbol, Sam Allardyce, sigue provocando ríos de tinta.
En la grabación se ofrece además como intermediario, a cambio de 460.000 euros, a varios supuestos empresarios para representar a una firma de inversores y dar conferencias.
Tras estas revelaciones su futuro estaba escrito. Primero su dimisión y luego las disculpas para el perdón: “He reflexionado, pienso que fue una tontería. Para que todo el mundo lo sepa, ayudé a alguien a quien conocía desde hace treinta años y desafortunadamente fue un error de juicio por mi parte, y he pagado las consecuencias”, ha dicho el exseleccionador inglés Sam Allardyce.
“He llegado a un acuerdo totalmente amistoso con la Federación inglesa (FA). Pido disculpas a todos los afectados por esta desafortunada situación y me pongo en su lugar”, ha añadido a las puertas de su casa en Bolton.
Allardyce llevaba apenas dos meses en el cargo, es el seleccionador de Inglaterra más fugaz de la historia.
De momento no piensa retirarse del mundo del fútbol.