Los equipos de bomberos y servicios de emergencia continúan trabajando para sofocar las llamas del incendio que arrasa los condados de Lake y Mendocino, en donde decenas de familias han tenido que ser evacuadas.
Las condiciones climáticas en las últimas horas, con vientos menos fuertes, han contribuido a mejorar algo la situación, pero hay ya 300 kilómetros cuadrados de superficie quemada y más de 10.000 hogares siguen bajo amenaza.