El Consejo de Supervisores de la ciudad estadounidense aprobó este martes la medida, que entrará en vigor el uno enero del año que viene.
Los defensores de los animales han mostrado su satisfacción por la prohibición y esperan que más ciudades se unan a esta iniciativa.
Una de las supervisoras del Consejo, Katy Tang, explicaba los motivos de la medida: "No puedes ignorar la realidad de que alrededor de 50 millones de animales mueren cada año solo para que podamos ir a la moda".
No todos han recibido con alegría la noticia, como el dueño de una empresa de abrigos de pieles. "La venta de pieles nuevas representa el 40% de mi negocio, por lo que voy a perder esa parte".
San Francisco se convierte así en la mayor ciudad del país que prohíbe la venta de pieles.