Analistas húngaros explican el nuevo método de "votación cruzada" entre los candidatos de los partidos de oposición aliados y el éxito del populista Jobbik.
PUBLICIDADHay pocas dudas de que los conservadores de Fidesz volverán a ganar las elecciones húngaras, pero los últimos sondeos reflejan algunas sorpresas.
La más llamativa es que los partidos de la oposición parecen dispuestos a saltarse la brecha ideológica y votar por otros partidos si es la única forma de cambiar el equilibrio de fuerzas en el Parlamento.
Tibor Závecz, fundador y director ejecutivo del Instituto de Investigación Závecz: "Los húngaros estaban acostumbrados a votaciones mucho más sencillas; el nuevo sistema les resulta extraño, y la mayoría no entiende el método de "votación cruzada" entre los candidatos de los partidos de oposición aliados".
Una falta de comprensión que parece haber impulsado al populista Jobbik que ha duplicado sus apoyos durante el último mes en las zonas rurales. Pero la crisis migratoria y la propaganda gubernamental no son las principales razones de su éxito, según este analista:
Bulcsú Hunyadi, analista político: "Económicamente, una gran parte de la población ha perdido su nivel de vida, su situación se ha deteriorado, la pobreza está creciendo, y las cosas son cada vez más difíciles; no tienen perspectivas de una vida mejor".
Según los últimos análisis, para que el gobierno cambie, la tasa de participación debería superar el 72 por ciento.
Anna Flóri, Euronews, Budapest: "Estas elecciones han despertado más entusiasmo popular que cualquier otra en los últimos años, pero los datos muestran que división de las fuerzas opositoras sumada al nuevo sistema electoral no conseguirá derrotar al Gobierno conservador de Fidesz".