Euronews sube a bordo del Aquarius, uno de los barcos de Médicos Sin Fronteras en el mar Mediterráneo.
En el puerto italiano de Catania, en Sicilia, voluntarios y personal médico de Médicos Sin Fronteras se preparan ante un eventual rescate de inmigrantes que intentan cruzar el Mar Mediterráneo.
Llevan mucha ropa seca y agua, porque la mayoría de ellos llegan deshidratados.
"Queremos que se pongan ropa seca y luego les animamos a beber el agua despacio, porque normalmente están bastante deshidratados si han estado en una lancha mucho tiempo. Esto es lo que llevamos hoy, por si rescatamos 500 personas que haya suficiente para todos", explica la responsable de Comunicación de MSF, Lauren King.
Muchos de los que están a bordo del Aquarius han hecho esto muchas veces, otros son nuevos.
Para Amoin Soulemane, matrona, es la segunda vez en una operación de búsqueda y rescate y ya tiene una historia importante que contar:
"La primera vez ayudé a nacer a un bebé en el barco".
La ironía de una nueva vida que empieza en la calificada como la ruta de inmigración más peligrosa del mundo. El niño, nacido a finales de mayo, fue llamado "Milagro".
"Fue muy emocionante, para todo el equipo, no solo para mí. Todo el mundo estaba preparado, todos atentos, concentrados. Incluso nadie fuera decía ni una palabra, porque todos querían saber cómo iba todo y entonces el niño lloró y las caras de todos se llenaron de felicidad", cuenta Soulemane.
Anelise Borges, Euronews: "Este año más de 600 personas han muerto al intentar cruzar el mar Mediterráneo y operaciones como esta son de vital importancia, a pesar de que algunos funcionarios de la UE no están de acuerdo. Ellos creen que estas operaciones son un "factor de atracción" que alientan aún más a los inmigrantes a arriesgar sus vidas".