Aunque todavía no se han esclarecido las circunstancias del desastre, las críticas hacia las autoridades brasileñas no se han hecho esperar, sobre todo después de que se supiera que a los bomberos les llevó más tiempo combatir las llamas a causa de la falta de hidrantes.
PUBLICIDADUn voraz incendio ha arrasado el Museo Nacional de Río de Janeiro el pasado domingo, el más antiguo de Brasil y uno de los más prestigiosos de América Latina.
Aunque todavía no se han esclarecido las circunstancias del desastre, las críticas hacia las autoridades brasileñas no se han hecho esperar.
Varias denuncias habrían sido realizadas ante el gobierno durante los meses precedentes al incendio a causa de su abandono y deterioro.
Un museo descuidado
El vicedirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, dijo en televisión brasileña que todos los días procuraba desconectar los aparatos electrónicos de su oficina antes de irse a casa para evitar un incendio.
También informó que hace algún tiempo, los bomberos habían ofrecido una capacitación a los empleados del museo para prepararse ante un eventual incendio. Añadió que cuando las llamas se apoderaron de las instalaciones del museo este domingo, no había nadie que pudiera aplicar la capacitación que había recibido el personal.
Las críticas se hicieron todavía más grandes después de que Roberto Robadey, portavoz del departamento de bomberos, dijera que les llevó más tiempo combatir el fuego ya que las dos fuentes hidrantes más cercanas no funcionaban. Los camiones de bomberos tuvieron que dirigirse al lago más cercano para buscar agua.
¿Falta de ayuda?
Si los funcionarios y los trabajadores del Museo Nacional estaban al tanto de los riesgos de incendio y habían expresado su preocupación, las sospechas se levantan hacia las autoridades, sobre todo después de que se diera a conocer que la institución ya no recibía la ayuda financiera anual destinada a la restauración y conservación por parte del gobierno, según informaron medios brasileños.
Este hecho habría provocado que partes del edificio se encuentren particularmente descuidadas, como ciertas paredes agrietadas y conexiones eléctricas al descubierto.
Duarte también dijo que la “falta de apoyo y la falta de conciencia” por parte de las autoridades era culpable del desastre, al igual que un alumno en antropología que estudió en el museo. “Este incendio fue causado por varios años de negligencia del gobierno federal”, dijo a la AFP.
Además, el vicedirector aseguró que en 2013, el museo estaba buscando fondos para ser renovado. Lastimosamente coincidió con el Mundial de Fútbol del próximo año, en el que Brasil invirtió millones en la construcción de estadios: “El dinero gastado en cada uno de esos estadios… una cuarta parte de ese dinero habría sido suficiente para que este museo fuera seguro y resplandeciente".
¿La advertencia de un arquitecto?
Por si estas reclamaciones fueran poco, el portal de noticias brasileño G1 publicó un documento redactado por un arquitecto, cuyo nombre ha sido mantenido en anonimato, en el que habría denunciado el riesgo de incendio del museo el 27 de julio pasado.
“Esta colección irremplazable en Brasil podría incendiarse en cualquier momento. Es un milagro que aún no haya ocurrido", dice la advertencia.
Según informa el medio, la información fue transmitida al procurador de la República Antoinio Augusto Soaeres Canedo Neto, que contactó a la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), responsable de la gestión del Museo Nacional, en busca de explicaciones.
G1 también ha publicado que las malas condiciones del edificio ya estaban siendo investigadas por el Ministerio Público Federal hace 2 años.
Euronews ha intentado contactar a las fuentes de esta información, sin embargo no se ha recibido una respuesta hasta el momento de su publicación.