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Una activista climática se enfrenta a 10 años de cárcel por falsificar un correo electrónico

La sentencia de Penwarden está fijada para septiembre y la pena máxima es de diez años de cárcel
La sentencia de Penwarden está fijada para septiembre y la pena máxima es de diez años de cárcel Derechos de autor Matthew Ansley
Derechos de autor Matthew Ansley
Por Rebecca Ann HughesEuronews en español
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Penwarden afirma que la carta falsa nunca pretendió engañar a nadie, sino que no era más que una "protesta satírica".

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Rosemary Penwarden, una activista climática de Nueva Zelanda, se enfrenta a una pena de hasta diez años de cárcel tras enviar un E-mail falso en el que se aseguraba que se había cancelado una conferencia sobre combustibles fósiles.

En el mensaje, Penwarden se hacía pasar por la organizadora del evento para dirigirse a los delegados de la industria petrolera que debían asistir a la reunión.

Si bien la activista medioambiental declaró más adelante que se trataba de una protesta satírica, recientemente ha sido declarada culpable de falsificación. Penwarden se declara "asombrada" por los cargos.

¿Por qué 10 años de cárcel?

Haciéndose pasar por la organizadora de la conferencia anual de 2019 de la Asociación de Exploración y Producción de Petróleo de Nueva Zelanda (PEPANZ), Penwarden escribió un correo electrónico a ejecutivos petroleros notificándoles la cancelación del evento.

La carta del activista de 64 años utilizaba un membrete de PEPANZ y los logotipos oficiales de la asociación y de los miembros en la base. Penwarden envió el mail a los delegados una semana antes de la conferencia, desde la dirección de correo electrónico "conferencepepanz@gmail.com".

Una vez los organizadores de las oficinas de PEPANZ tuvieron conocimiento del correo electrónico, informaron rápidamente a los delegados de que la conferencia no se había suspendido. El acto siguió adelante como estaba previsto.

Penwarden insiste en que la carta falsa nunca pretendió engañar ni pasar por auténtica, sino que se trataba tan solo de "una protesta satírica".

"Me gusta pensar que era una amenaza para esta industria, pero, por Dios, mido 52 kilos, mido 1,65 y tengo 64 años", declaró Penwarden a The Guardian. "Estamos hablando de las mayores empresas contaminantes de todo el mundo. Me pareció importante que escucharan a las abuelitas".

El pasado miércoles, un tribunal del distrito de Dunedin declaró a Penwarden culpable tanto de fabricar un documento falsificado como de utilizar dicho documento.

La sentencia de Penwarden está fijada para septiembre y la pena máxima es de diez años de cárcel.

Unas líneas sospechosas

Penwarden, que marcó su mensaje como "urgente", comenzaba el mismo de manera formal, notificando a los delegados la cancelación de la conferencia petrolera y disculpándose por las molestias. El final del correo electrónico fue no obstante el que acabó levantando las sospechas.

"Estamos profundamente preocupados por la rápida aceleración de los cambios sociales y políticos que nos envuelven, subrayados por muchos de nuestros propios hijos, que se preparan para hacer huelga en la escuela para exigir un futuro seguro", decía el texto.

"A pesar de nuestros esfuerzos por mantener el secreto, los activistas han descubierto la conferencia de este año y, una vez más, están planeando ruidos y disturbios", continúa la carta. "No obstante, todo esto tiene un lado positivo: no estaremos allí para escuchar esos cánticos incesantes".

Al leer el texto de Penwarden, el científico jefe de Petroleum Geo-Services (PGS) Australia, el Dr. Andrew Long, se preguntó si la cuenta de correo electrónico había sido "secuestrada". Y el resto es historia.

Siete meses después de la conferencia, en junio de 2020, la policía se hizo con el ordenador portátil y el teléfono de Penwarden, donde encontró varios borradores del correo y un artículo en el que se detallaban las preocupaciones medioambientales sobre la conferencia.

Con todo, y a pesar de la gravedad de los cargos, Penwarden no parece haber perdido ni un ápice de su determinación activista: "Esto me motiva para seguir haciendo lo que hago", dijo la acusada desde fuera del tribunal.

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