Es una buena noticia, pero la recuperación de la energía hidráulica tras las sequías de 2022 en Italia hace que los datos de las energías renovables parezcan mejores de lo que realmente son.
PUBLICIDADTanto la energía solar como la eólica produjeron una cantidad récord de electricidad en Italia el año pasado, según informó ayer Terna, el operador de la red eléctrica del país. Los parques eólicos generaron la cifra récord de 23,4 Teravatios hora (TWh) de energía el año pasado, mientras que los paneles solares superaron el total anterior y alcanzaron los 30,6 TWh.
Todas las fuentes renovables, incluida la hidráulica, cubrieron casi el 37% de la demanda de electricidad del país mediterráneo, frente al 31% de 2022. Sin embargo, Italia sigue lejos de alcanzar su objetivo de transición energética del 70% de electricidad procedente de fuentes renovables para 2030.
"Estos registros muestran que el sector italiano de las renovables finalmente está despertando de su letargo", asegura a Euronews Green Chris Rosslowe, analista principal de datos sobre energía y clima del think tank Ember.
"Sin embargo, el aumento en la generación renovable parece mejor de lo que realmente es debido a una recuperación de la producción hidroeléctrica después de un 2022 afectado por la sequía".
Para alcanzar su objetivo de 2030, el plan nacional de energía y clima (NECP) de Italia muestra que la producción eólica y solar necesita crecer un 17% al año - en comparación con alrededor del 13% el año pasado.
¿Qué está cambiando en Italia?
Según Terna, la capacidad renovable instalada aumentará en 5,8 gigavatios (GW) en 2023. Es decir, 2,7 GW más que la cifra de estas nuevas "activaciones" verdes del año anterior. Pero aún está lejos de los aproximadamente 9 GW de crecimiento anual necesarios hasta 2030, señala Rosslowe.
Aunque las energías renovables aumentaron de forma generalizada, el operador señala que la producción hidroeléctrica aumentó en particular, volviendo a los niveles anteriores tras la sequía de 2022. Al tiempo que aumentaba la energía verde, descendía la producción eléctrica de las centrales de gas y carbón: un 17,4% y un 42% respectivamente.
El descenso de la producción italiana de combustibles fósiles también se vio favorecido por una caída del 2,8% en el consumo de electricidad en comparación con 2022, una secuela continuada de la crisis energética, según Terna. Además, se vio aliviado por las importaciones de electricidad del extranjero.
La gran caída de la producción de carbón, explica Terna, es "consecuencia de la suspensión en 2023 de las iniciativas para maximizar el uso de centrales eléctricas de carbón introducidas con la crisis del gas."
¿Qué impulsa y qué frena la eólica y la solar italianas?
El mundo está inmerso en un cambio "imparable" hacia las energías limpias, según aseguró el año pasado el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. Ese impulso es evidente no sólo en el crecimiento de la energía eólica y solar en Italia, sino también en la tecnología que la rodea para ayudar a las renovables a prosperar.
Terna elogia el papel de las interconexiones en el comunicado de 2023, "como herramienta que permite la eficiencia y la seguridad del sistema eléctrico".
"Como complemento al crecimiento de las energías renovables, el desarrollo del almacenamiento de electricidad se está acelerando", añade Rosslowe. "Se están poniendo en marcha planes para apoyar el desarrollo de nuevas capacidades de almacenamiento con el fin de gestionar de forma segura el crecimiento de las renovables".
Sin embargo, sigue habiendo problemas nacionales y locales de fondo. Según la AIE, el despliegue de las energías renovables en Italia está "plagado" de procedimientos de autorización largos y complejos.