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San Juan de Gaztelugatxe, Rocadragón para los fans: de tranquila visita a agobiante punto turístico

San Juan de Gaztelugatxe, en el País Vasco, España
San Juan de Gaztelugatxe, en el País Vasco, España Derechos de autor Canva
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Por Callum Tennant
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El creciente número de fanáticos de 'Juego de tronos' que acuden en masa al lugar altera la cría de aves en la zona e irrita a los lugareños.

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Las autoridades de San Juan de Gaztelugatxe, en el País Vasco, España, se han visto obligadas a introducir un sistema de venta de entradas por Internet para controlar el número de visitantes. También se prohibe el histórico toque de la campana de la iglesia, para proteger el hábitat circundante. La razón: 'Juego de tronos'. 

San Juan de Gaztelugatxe, conocido ya por muchos como Rocadragón, ha sido destino de peregrinos durante siglos. Pero el número de visitantes se disparó después de que el islote se utilizara en 2016 como lugar de rodaje de la exitosa serie.

Cambios obligados

Las autoridades locales introdujeron por primera vez las entradas digitales en el verano de 2018, después de que el lugar tuviera problemas para hacer frente al aumento de la afluencia.

En 2019, casi 730 000 personas visitaron Gaztelugatxe, 140 000 personas más que el año anterior, lo que supuso un aumento de casi el 25 % en solo un año. El 15 de agosto de 2019, 6434 personas visitaron el islote en un solo día.

Para llegar a la iglesia en lo alto del islote, los visitantes deben subir primero los 241 escalones que serpentean hasta la cima. Una vez contempladas las impresionantes vistas de la costa vasca, los visitantes tradicionalmente tocaban tres veces la campana de la iglesia. Se supone que el tañido de la campana ahuyenta los malos espíritus y trae buena suerte.

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San juan de Gaztelugatxe, Rocadragón para los fanáticos de 'Juego de tronos'Canva

También se dice que la isla trae suerte a la comunidad pesquera local. Los barcos que zarpan de Bermeo suelen dar varias vueltas a babor y estribor para ganarse el favor de San Juan.

Pues bien, aunque las embarcaciones pesqueras aún pueden virar a su antojo, ahora mismo está prohibido tocar la campana de la iglesia, salvo en días festivos especiales. Los gestores del espacio retiraron la cuerda de la campana porque el aumento de los toques provocaba estrés en las aves marinas cercanas, lo que afectaba a sus hábitos de cría.

Visitas por turnos

Para los vecinos del lugar, el actual sistema de reserva anticipada del Gaztelugatxe es, simple y llanamente, "una tomadura de pelo".

Desde marzo de 2020, es obligatorio reservar un turno para acceder al islote. Aunque la reserva es gratuita hay que hacerla con antelación, y a veces se agotan las entradas para determinados días.

Maialen Carbó, una joven de 25 años que vive en la cercana localidad costera de Bakio —desde donde la mayoría de los turistas inician su visita— califica de "desastroso" el aumento de la popularidad del lugar.

"Los autobuses, que ya son poco frecuentes, están ahora llenos de turistas que quieren visitar la zona, quitando las plazas a la gente que vive en Bakio y que necesita utilizar el transporte local".

Aunque el turismo ha traído algunas mejoras, no compensa lo que han hecho con esta zona de Bakio
Ane Arostegi
Ciudadana de Bakio

"Es una tomadura de pelo que los lugareños tengan ahora que pedir permiso para visitar un lugar que antes siempre han podido visitar libremente", se lamenta Carbó.

Para Ane Arostegi, de 24 años, la zona guarda una conexión personal. "Mi tía se casó por la iglesia, y luego fue a bucear para darle flores a la virgen que está bajo el agua. Eso es algo que ahora no se podría hacer. Tendrías que pedir demasiados permisos".

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San Juan de Gaztelugatxe, en el País Vasco, EspañaCanva

"El turismo ha cambiado mucho el ambiente de San Juan. Cuando yo era pequeña solíamos ir a menudo a hacer picnics allí en verano, y no había casi nadie. Ahora es imposible conseguir una cita", continúa Ane. "Es cierto que el turismo ha traído algunas mejoras, como poner vallas de seguridad, pero no compensa lo que han hecho con esta zona de Bakio".

De las personas que visitaron Gaztelugatxe en 2019, alrededor del 46 % procedían de otras zonas de España, mientras que un 30% eran extranjeros y otro 24 % venían del propio País Vasco. Los visitantes de la provincia local de Bizkaia, donde se encuentra Bakio, representaron solo el 14 % de los visitantes.

Otras medidas

Además de limitar el número de visitantes a poco más de 3000 al día y prohibir el toque de campanas, las autoridades locales están tomando otras medidas para intentar mitigar los efectos negativos de la nueva popularidad del lugar.

En abril, la Diputación Foral de Bizkaia anunció que apoyaba la creación de un nuevo organismo que mejorará la cooperación entre las distintas autoridades y departamentos para garantizar el uso sostenible del lugar.

También se ha trabajado para aumentar el tamaño del aparcamiento cercano y para crear nuevas paradas de autobús con las que animar a más gente a visitar el lugar en transporte público. 

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Por último, se han planificado nuevos paseos costeros que permitirán a la gente caminar hasta el yacimiento desde Bermeo, y no sólo desde Bakio.

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