Después de un periodo fuera de su entorno en zoo de Brookfield, Chicago, siete delfines se han trasladado de nuevo el pasado día 30 de enero.
Los siete delfines nariz de botella vuelven su hogar en el zoo para dar lugar a una renovación de 10 millones de dólares.
Entre las actualizaciones del hábitat se encuentran nuevas estructuras de rocas, camas de arena, sistemas de aireación y burbujas, entre otros. En palabras de los trabajadores del zoo y los cuidadores de los delfines: "facilitarán comportamientos naturales, incluyendo la búsqueda de comida, jugar y usar las habilidades de ecolocalización".