Los bomberos rescataron a un hombre cuyo coche había quedado atrapado en una zona anegada, tras las inundaciones que se han registrado en la cuenca de Sepúlveda, en California.
Una tormenta de proporciones históricas arrojó una cantidad récord de agua sobre diferentes partes de Los Ángeles el lunes, provocando 'ríos de barro y rocas' en las laderas de las montañas en las que se encuentran numerosas viviendas de gente adinerada de la zona.
Mientras, una ingente cantidad de gente que vive en improvisados campamentos de personas sin hogar, en muchos sitios de la ciudad angelina trataban de escapar de la subida de las aguas y ponerse a salvo. Unos 830.000 ciudadanos en todo el Estado de California se quedaron sin electricidad el lunes por la tarde.
Prácticamente todo el sur de California estaba bajo avisos y alertas de inundaciones repentinas, incluida la zona de Los Ángeles, donde las nubes habían descargado muchísima agua, y se esperaba la llega de nuevas e intensas lluvias, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Gran parte de quienes residen en la ciudad californiana no están acostumbrados a la crecida de las aguas del río Los Ángeles, que pasa por la ciudad, y muchos desconocen.
Normalmente su caudal no es muy alto y discurre entre anodinos muros de hormigón, pero puede se puede convertir en una peligrosa trampa, para automovilistas y paseantes, durante la temporada de lluvias. Estos días, amenazaba con desbordarse y superar las barreras de control para inundaciones, en algunos tramos.
En un dramático rescate, el lunes por la tarde, un helicóptero de los bomberos de Los Ángeles sacó a un hombre de las turbulentas aguas del río después de que el ciudadano saltara para salvar a su perro, cuando el animal fue arrastrado por la corriente. Tanto el animal, como su dueño, saldaron la peligrosa situación sin daños.
El diluvio hizo temer por la numerosa población de personas sin hogar de la región, muchas de las cuales acampan a lo largo del río, y en pequeñas de tierra e islotes cubiertos de maleza. Los equipos de primera intervención vigilaban el río y los equipos de rescate en aguas rápidas estaban listos para desplegarse, en caso de necesidad.
