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La energía eólica marina avanza a toda vela en Europa

La energía eólica marina avanza a toda vela en Europa
Derechos de autor  Getty Images

Atrapar el viento en el mar se ha convertido en uno de los pilares del futuro energético del continente.

Ojea una imagen por satélite de Europa y fíjate en sus costas prestando atención a la zona que hay a poca distancia de la orilla. Posa la mirada en el litoral del mar del Norte, continúa hasta llegar al Báltico y a las aguas que bañan el Reino Unido y Francia. Si el día está despejado, los podrás distinguir claramente. Verás docenas o incluso cientos de ellos formando una geometría ordenada. Puntos blancos que emergen del mar, agitando penachos polvorientos que se curvan sobre las olas. Son aerogeneradores marinos, que atrapan el viento para producir energía usando simplemente aire.

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En 2020, las energías renovables superaron por primera vez a los combustibles fósiles: fueron la principal fuente de energía y cubrieron un 38 % del consumo eléctrico de los europeos. Aunque todavía la siguen eclipsando los parques eólicos terrestres, la energía eólica marina ya está haciéndose notar. En 2020, Europa aumentó la capacidad eólica marina en 2,9 GW, y en la actualidad cuenta con más de 5000 aerogeneradores en su litoral, que suman 25 GW de potencia instalada y se distribuyen por doce países. Sin embargo, esto sigue estando muy lejos de las ambiciones de la UE, que quiere sobrepasar los 60 GW para 2030 y llegar a los 300 GW para 2050. La Comisión Europea quiere que la cuota de la eólica marina en el mercado eléctrico pase del 3 % actual hasta el 15 % en 2030 y hasta el 30 % a mediados de siglo.

«La energía eólica marina puede satisfacer incluso las expectativas más ambiciosas de la UE», afirma Iván Pineda, director de inteligencia de mercado de WindEurope, una organización que representa al sector eólico. «Hoy en día, instalamos unos 6-7 GW al año, pero dentro de tres años tenemos que alcanzar los 11 GW por año si queremos cuadruplicar la capacidad eólica marina que hemos instalado en los últimos 15 años», añade Pineda. Pero, ¿cómo pueden los 27 países de la UE acelerar el proceso tan drásticamente en tan solo nueve años?

Buscar más espacio o invertir en otros países

Hay afán de expansión en este sector. En Bélgica, el promotor y operador eólico Parkwind ha construido cuatro parques eólicos marinos en la última década, que en la actualidad cubren casi el 10 % de la demanda energética del país y han ayudado a esta pequeña nación a convertirse en uno de los cinco países líderes en proyectos eólicos marinos a escala mundial. Y Parkwind solo representa una tercera parte de la capacidad total instalada en las costas belgas. «Producimos energía para abastecer a 750 000-800 000 hogares cada año», dice Vedran Horvat, director de comunicaciones de Parkwind. «Tenemos un gran potencial de crecimiento y, si todos los acuerdos se llevan a cabo según lo planeado, podemos mantener nuestro ritmo. Pero llegar hasta la línea de meta no va a ser fácil».

En 2020, el sector eólico marino de Europa batió récords con 26 000 millones de euros en inversiones, y los inversores están explorando cada vez más Portugal, España y otras zonas ricas en viento del Mediterráneo, pero WindEurope cree que la geografía de la energía eólica marina no cambiará en gran medida. Según explica Pineda, las aguas del norte de Europa son menos profundas, así que probablemente seguirán albergando el 85 % de los proyectos eólicos marinos del continente y contarán con una mayor densidad de parques.

Los aerogeneradores marinos pueden instalarse principalmente en aguas relativamente poco profundas y tienen que estar cerca de la orilla para poder conectarlos a la red eléctrica, así que es crucial encontrar lugares a poca distancia de la costa que tengan buenas condiciones de viento. «La eólica marina es el último sector que intenta hacer uso del espacio y los fondos marinos, ya que los barcos de transporte y pesca han sido durante mucho tiempo los principales usuarios de esas aguas costeras», afirma Pineda. Según WindEurope, para alcanzar los 110 GW en 2030, los países necesitan asignar el espacio que necesitan los parques marinos con mucha antelación, porque se puede tardar hasta una década en planificar un parque y hacer que opere con normalidad.

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Otra forma de encontrar espacio para parques eólicos es adentrarse más en el mar. Los aerogeneradores flotantes, en aguas con profundidades de entre 50 y 1000 metros, podrían hacer que Europa se acerque más a sus objetivos de energías limpias. España, Francia, Noruega, Dinamarca y Alemania son líderes en construcción de parques eólicos flotantes, aunque estos todavía no se explotan comercialmente. Según la Comisión Europea, el Mediterráneo y el mar Negro tienen gran potencial para el uso de esta nueva tecnología. España podría suministrar hasta 22 GW haciendo uso de parques flotantes marinos, e Iberdrola tiene previsto invertir más de mil millones de euros en un parque con una potencia de 300 MW. «En breve, los aerogeneradores flotantes nos permitirán construir parques en lugares donde antes se consideraba que serían demasiado caros o que era físicamente imposible», afirma la empresa danesa de aerogeneradores Vestas. «El umbral máximo depende del viento que hay disponible en el mundo y de la cantidad de energía que pueden extraer los aerogeneradores».

Un sector cada vez más potente

Los fabricantes también tienen afán de expansión. En los últimos cinco años, los aerogeneradores se han vuelto más potentes: su capacidad ha aumentado más de un 15 % cada año. Hoy en día, los aerogeneradores marinos de mayor tamaño tienen una capacidad de 9,5 MW, pero Vestas acaba de anunciar el lanzamiento de un modelo de 15 MW, el más potente del sector.

Sin embargo, para aprovechar el progreso tecnológico al máximo hay que hacer cambios en la infraestructura. «Con la mejora de la tecnología de turbinas y rotores de más de 200 m de diámetro, la necesidad de infraestructuras y equipamientos costeros es fundamental para poder instalar aerogeneradores marinos a una escala cada vez mayor», declaró Vestas a Euronews. «Ese aumento en la escala se traducirá en una reducción de costes para los consumidores, pero no suele haber instalaciones portuarias y otras infraestructuras de ese tamaño».

En toda Europa, los puertos están dedicando espacio para actividades relacionadas con la energía eólica marina, ya sea para el transporte de aerogeneradores a sus lugares de emplazamiento y la fabricación y mantenimiento de piezas, o como centros de exportación de componentes. Los puertos de Ámsterdam, Bilbao, Cherburgo, Gdynia y Aalborg forman parte de la Offshore Wind Ports Platform de WindEurope, que reúne a puertos que ya colaboran con la energía eólica marina o que quieren aprender a impulsar esa industria. Concentrando las actividades clave en un solo lugar, los puertos pueden contribuir a reducir costes y hacer que la energía eólica marina sea competitiva con respecto a otras energías renovables. «Será muy importante hacer inversiones en los puertos de cara al futuro: hay que invertir unos 6500 millones de euros si queremos cumplir los objetivos de 2030», afirma Pineda.

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Información climática para tomar decisiones en el sector eólico marino

¿Y qué pasa con el viento? La cantidad de viento de la que dispone una zona puede determinar el éxito o fracaso de un proyecto, y los promotores necesitan información climática para saber a qué atenerse. Vortex, una empresa con sede en Barcelona, utiliza datos del Servicio de Cambio Climático de Copérnico (C3S) para ayudar a las empresas a evaluar la variabilidad climática de emplazamientos de proyectos eólicos, tanto potenciales como ya existentes. «La información sobre variables como la dirección y fuerza del viento a diferentes alturas es de suma importancia. Que la velocidad del viento sea de 8 o de 8,5 metros por segundo puede cambiar el diseño del proyecto, los aerogeneradores utilizados, e incluso puede afectar a la viabilidad general», afirma Gil Lizcano, director de I+D de Vortex. Según Lizcano, evaluar el comportamiento del viento en el mar puede ser todo un reto, así que la mayoría de los proyectos dependen de modelos climáticos.

Poder ofrecer datos precisos es fundamental, especialmente antes de instalar los parques eólicos. Vortex utiliza información climática de los últimos 20 años para retratar de forma más precisa las condiciones del viento del presente. Unas condiciones de viento más extremas pueden aumentar el coste de la infraestructura, ya que los aerogeneradores más resistentes son más caros, pero también hacen que el parque sea más rentable. Saber cómo se comportará el viento también es esencial para las operaciones cotidianas del parque, especialmente para saber cuánta energía llegará a la red eléctrica.

La consultora Lautec ayuda a los promotores a tomar decisiones sobre inversiones en parques eólicos marinos por medio de ESOX, una herramienta online que permite comparar las condiciones de viento en diferentes lugares del mundo y hace que sea más fácil acceder a datos climáticos. Con información de C3S y utilizando datos de los últimos 30-40 años, Lautec reconstruye las condiciones climáticas del pasado y analiza las fluctuaciones y la variabilidad del viento. «Conocer estas condiciones con mayor precisión ayuda a ahorrar tiempo, especialmente en la fase de construcción de los proyectos», afirma Henrik Iversen, socio de Lautec.

Vestas y otros fabricantes utilizan datos climáticos para decidir el equipo que se debe utilizar. «Contamos con tecnología antihielo para nuestros mercados del norte de Europa con climas más duros, donde es normal que soplen vientos fríos», declaró la compañía a Euronews. «Los aerogeneradores marinos también cuentan con tecnología antirrayos, que permite que las palas sigan girando incluso durante las tormentas. También estamos digitalizando cada vez más nuestros aerogeneradores para ajustar las palas a condiciones de viento específicas, de manera que todas las palas de los parques puedan maximizar la cantidad de viento que reciben en todo momento».

Aunque hacer predicciones sobre las condiciones del viento a largo plazo sigue siendo difícil, algunos expertos han estado estudiando cómo podría afectar el cambio climático a la energía eólica marina en las próximas décadas. Basándose en datos de C3S sobre la altura de las olas y las velocidades del viento tanto en el pasado como en el futuro cercano y lejano, la consultora medioambiental británica JBA Consulting simuló cómo funcionaría un parque eólico de 100 aerogeneradores en diferentes zonas de Europa. Estos modelos pueden ayudar a los inversores a evaluar la resistencia climática de los parques eólicos y a determinar lo que supone para el proyecto desde el punto de vista económico.

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Innovación para avanzar

Aunque los recursos eólicos no producen energía 24 horas al día y 7 días por semana, el sector cada vez los aprovecha mejor. «Las energías renovables siempre tendrán un problema de intermitencia», dice Horvat, de Parkwind. «Sin embargo, los recursos eólicos marinos suelen ser bastante consistentes. Con la mejora de la gestión y conexión de las redes eléctricas, se puede mejorar el equilibrio entre el suministro y la demanda y llevar la electricidad allí donde se necesita».

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El éxito de la energía eólica marina también depende de su precio, pero los datos son positivos. Según WindEurope, en los últimos siete años los precios de la energía eólica marina cayeron un 75 % a medida que la tecnología se abarataba.

La innovación constante es de gran ayuda para el sector. «El sector eólico marino tiene mucho ímpetu ahora mismo», dice Iván Pineda. «Esa visión de grandes agrupaciones de parques eólicos y centrales eléctricas en el mar, conectadas con muchos países, no solo beneficiará a las naciones con recursos costeros, sino que la electricidad fluirá por todo el continente hasta llegar a los países sin litoral. Hay mucho ingenio natural en este sector: desde en la fabricación de enormes componentes hasta en la forma en la que podemos poner en marcha estos proyectos».