Irán celebrará elecciones en menos de un mes.
PUBLICIDADIrán celebrará elecciones en menos de un mes. Solo seis de las más de 1.600 personas que se registraron como aspirantes a candidatos presidenciales han superado la criba del Consejo de Guardianes, auténtico bloque de poder del régimen de Teherán.
Dos bloques se enfrentan en estos comicios: el ultraconservador y el reformista, encarnado por el actual presidente Hasan Rohani.
Para sus partidarios, el principal logro de la administración del clérigo moderado ha sido el acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Rohani ganó las elecciones en 2013 y prometió el fin del aislacionismo iraní enla comunidad internacional y una socidad libre para los iraníes. Hasta el 19 de mayo día en que se celebrarántambiçen las elecciones municipales, Rohani tendrá que hacer frete especialmente a las críticas a su política económica.
El contraste lo pone el integrista Ibrahim Raisí, la otra corriente que se alterna el poder con los reformistas moderados en Irán desde la fundación de la República Islámica en 1979. Este clérigo ultraconservador en su último discurso, en el que no se pronunció sobre el acuerdo nuclear, se mostró muy crítico con la actual situación económica en el país. Se dice cerca de los más pobres.
La falta de unidad podría hacer mella en el campo de los ultraconservadores, que trata de cerrar filas en torno a este candidato para tener más posibilidades de derrotar a Rohaní.
Con la promesa de crear cinco millones de empleos si es elegido, el alcalde de Teherán desde hace doce años y exrival de Rohani, Mohamed Bagher Ghalibaf, vuelve a probar suerte tras dos intentos fallidos, en 2005 y en 2013. Antiguo jefe de policía, Ghalibaf es visto como un pragmático conservador.
Por otro lado Eshaq Jahangiri, el vicepresidente de Rouhani, supone un inconveniente para los moderados ya que puede dividir el voto que opone a los integristas. Recibe presiones para retirarse de la campaña y permitir así con más facilidad una eventual reelección de Rohani.
La campaña está en marcha con fuertes movilizaciones desde hace una semana. El 19 de mayo se enfrentan la vuelta atrás hacia un improbable ensimismamiento teocrático con la continuidad de una relativa apertura que ha acabado con el aislacionismo de Irán.