El presidente busca sacar adelante una ley de reconocimiento y reparación hacia los veteranos y sus familiares.
Francia pide perdón a los harkis, casi 60 años después del fin de la guerra de Argelia.
El presidente Emmanuel Macron quiso este lunes, en nombre de la República, disculparse oficialmente ante los efectivos argelinos que combatieron del lado francés en el conflicto que concluía en 1962.
"A los combatientes, quiero expresarles nuestra gratitud, no olvidaremos", decía Macron durante su discurso en el Elíseo, frente a cerca de 300 descedientes de aquellos soldados. "A los combatientes abandonados y a aquellas familias que sufrieron los campos, la prisión, la negación, les pido perdón. No olvidaremos", insistía el presidente.
Macron anunció también su intención de poner en marcha una ley de reparación y reconocimiento hacia unos harkis que reclaman por su parte mejores indemnizaciones de las ya existentes por parte del Gobierno. En 2018, este concedía a estos y sus descendientes una asignación de 40 millones de euros en cuatro años.
Olvidados y humillados
Cerca de 200.000 argelinos fueron reclutados por el ejército francés para enfrentarse a sus propios compatriotas en la guerra de Independencia de Argelia, que arrancaba en 1954. Finalizada la misma, en 1962, los llamados harkis veían como París se olvidaba de sus servicios prestados, alojándolos en Francia en campamentos donde sus condiciones de vida fueron indignas y traumáticas para muchos.
A esto hay que sumar el rechazo que su propio país, Argelia, tuvo hacia ellos tras el conflicto, al considerarlos traidores y "colaboracionistas" como manifestaba públicamente en 2000 el entonces presidente del país africano y recientemente fallecido Abdelaziz Buteflika.
Una vida y una imagen ciertamente difíciles de soportar para los cerca de los 400.000 descendientes de aquellos soldados que ahora Macron lucha por subsanar en lo posible.