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Túnez desprecia a Bruselas y devuelve 60 millones de euros de ayuda de la Unión Europea

El memorando de entendimiento fue firmado en julio entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente tunecino, Kais Saied
El memorando de entendimiento fue firmado en julio entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente tunecino, Kais Saied Derechos de autor Italian Premier Office/Copyright 2023 The AP. All rights reserved
Derechos de autor Italian Premier Office/Copyright 2023 The AP. All rights reserved
Por Jorge Liboreiro
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

El presidente del país africano, Kais Saied, ya había amenazado con que su Gobierno no aceptaba "dinero de caridad".

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El Gobierno tunecino ha devuelto a la Unión Europea los 60 millones de euros de fondos que Bruselas liberó la semana pasada, según confirmó este jueves la Comisión. 

"Sí, la Comisión ha sido informada de que Túnez ha devuelto el pago de 60 millones de euros", confirmó a Euronews un portavoz de la Unión. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez evitan de momento hacer declaraciones al respecto.

El apoyo presupuestario, que se transfirió directamente al Tesoro tunecino, procede de un anterior programa de recuperación COVID-19 y se suponía que iba a ser el primer desembolso de un tramo mayor de 127 millones de euros que también incluye dinero destinado en virtud del memorando de entendimiento UE-Túnez firmado en julio.

Pero días después de que la Comisión Europea anunciara la dotación de esos 127 millones de euros a finales de septiembre, el propio presidente tunecino, Kais Saied, rechazó la oferta financiera, calificándola de "irrisoria" y contraria al acuerdo.

"Túnez, que acepta la cooperación, no acepta nada que se parezca a caridad o favor, porque nuestro país y nuestro pueblo no quieren simpatía y no la aceptan cuando es sin respeto", declaraba Saied la semana pasada. "En consecuencia, Túnez rechaza lo anunciado en los últimos días por la UE".

Los medios de comunicación se hicieron eco ampliamente de sus contundentes declaraciones, que provocaron indignación en Bruselas. Allí el memorando había sido presentado como un proyecto de futuros acuerdos con los países vecinos para frenar los flujos migratorios.

En un intento de controlar una espiral que solo podía ir a peor, la Comisión declaró oficialmente que se habían pagado 60 millones de euros de ayuda presupuestaria "a raíz de una petición del Gobierno tunecino el 31 de agosto".

Olivér Várhelyi, comisario europeo de Ampliación y Vecindad, dio un paso más e invitó públicamente a Túnez a "devolver" ese dinero si de verdad no lo quería. El Comisario compartió su mensaje en X, antes Twitter, con una captura de pantalla del documento tunecino en el que se pedía la liberación de los 60 millones de euros.

"La aplicación del memorando debe continuar una vez que Túnez vuelva al espíritu de nuestra asociación estratégica y global basada en el respeto mutuo", dijo Várhelyi.

Ahora, ese espíritu parece estar por los suelos, ya que Saied ha cumplido efectivamente su amenaza.

El portavoz de la Comisión insiste sin embargo a Euronews en que la devolución del dinero de la UE "no cambia el hecho de que seguimos trabajando en los cinco pilares del memorándum".

Un memorándum polémico

Con todo, la polémica devolución, de la que ya informó Politico Europe, supone sin duda un reproche extraordinario a la UE, y representa un nuevo deterioro de las ya frágiles relaciones entre esta y Túnez, a pesar de la desesperación del bloque por mantenerlas intactas, en el marco de su política migratoria.

El objetivo de disminuir el número de embarcaciones de migrantes que parten de las costas tunecinas y se dirigen a Italia fue siempre la principal motivación del memorando, firmado oficialmente en una ceremonia a mediados de julio a la que asistieron el presidente Kais Saied, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte.

"En tiempos de incertidumbres geopolíticas, es importante profundizar en la cooperación con nuestros socios estratégicos", declaró entonces Von der Leyen.

El acuerdo destinaba al menos 150 millones de euros a apoyo presupuestario, 105 millones a la gestión de la migración, 307,6 millones a una línea de transmisión de electricidad renovable de bajo coste y 150 millones a un cable submarino de tecnología de fibra óptica. También abría la puerta a una ayuda macrofinanciera de 900 millones de euros, pero solo si Túnez lograba primero obtener un préstamo del Fondo Monetario Internacional.

Desde su presentación, el memorándum ha sido objeto de intensas críticas por parte del Parlamento Europeo y de varias organizaciones humanitarias, que han dado la voz de alarma sobre los abusos presuntamente cometidos por las autoridades tunecinas contra los inmigrantes subsaharianos, incluidos múltiples casos de expulsiones colectivas hacia la frontera libia.

El mes pasado, la Defensora del Pueblo Europeo pidió formalmente a la Comisión que aclarara si el texto incluía salvaguardias adicionales para garantizar el pleno respeto de los derechos humanos.

El siempre polémico Kais Saied ha sido condenado enérgicamente por sus opiniones racistas sobre los africanos negros, a los que ha descrito como parte de un "plan criminal para cambiar la composición del paisaje demográfico de Túnez", y también recibió fuertes críticas tras negar la entrada a cinco diputados del Parlamento Europeo para, días después, aplazar una visita oficial de una delegación de la Comisión Europea.

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