Una ballena, tan extensa como un vagón de tren, ha fallecido después de quedar atrapada durante un mes en el puerto de Osaka. El cachalote será sepultado con la intención de que, con el tiempo, se convierta de manera natural en un espécimen esquelético destinado a un museo local.
Este lamentable incidente marca el tercer año consecutivo en el que ballenas quedan varadas en la zona, generando varios interrrogantes sobre las causas y los costos asociados a la gestión de este tipo de operativos.
Se presume que el animal es un cachalote macho, con aproximadamente 12 metros de longitud y un peso estimado de 20 toneladas.
Su presencia fue detectada a mediados de enero en el puerto de Sakai Semboku y, desde entonces, se le avistó en diversos puntos de la bahía de Osaka. El domingo, el capitán de una embarcación alertó a los guardacostas de que la ballena ya no respiraba.
Funcionarios de la prefectura y expertos se desplazaron en barco para examinar al cetáceo, confirmando su deceso el lunes, presumiblemente debido a inanición.
