Chernóbil en imágenes: un fotorreportaje exclusivo de Maxime Caron
Chernóbil en imágenes: un fotorreportaje exclusivo de Maxime Caron
PUBLICIDADMaxime es un fotógrafo nacido en 1990 con una pasión por el descubrimiento. Todo comenzó cuando era niño y robó la cámara réflex de su padre para inmortalizar recuerdos con sus amigos, sobre todo cuando entrenaban BMX. A pesar de haber dado este primer paso, cuando le tocó elegir su carrera optó por la ingeniería mecánica. Pero esto no duró mucho tiempo y poco después se dejó seducir por la estética cinematográfica y decidió tomar otro camino para estudiar cine.
La práctica fotográfica de Maxime fue evolucionando, capturando imágenes de las regiones que iba visitando en Europa y en el resto del mundo durante varios viajes.
Hoy, este artista se encuentra en busca de espacios abiertos y ambientes cautivadores, empleando un enfoque más narrativo y trabajando en nuevos proyectos con una dimensión social o histórica, especialmente sobre política y economía.
En 2017, Maxime realizó una serie de imágenes en la ciudad ucraniana de Prypyat, cerca del sarcófago de la central nuclear de Chernóbil, donde se produjo el peor desastre nuclear del siglo XX en 1986.
¿Cómo empezaste como fotógrafo?
Fue bastante sencillo. La fotografía me apasiona desde que era niño. Mi padre, que siempre fue un gran aficionado a la fotografía, me la enseñó, tal como su padre hizo con él. A través de diversas búsquedas, he podido enfocar mi mirada y desde hace algunos años intento desarrollar un punto de vista narrativo que me permita contar una historia lo más cercana posible a las escenas que encuentro.
¿Cuáles son tus objetos indispensables de viaje y qué aparato utilizas?
Cuando me voy de viaje llevo mi cámara por supuesto, y muy a menudo un ordenador portátil. Por comodidad. A veces me sirve para poder transferir archivos y para hacer una copia de seguridad en la nube al mismo tiempo, aunque en algunos lugares es difícil acceder a Internet.
Siempre llevo mi Canon 5D Mark 4, con un zoom 18-35 y 24-105. Acabo de comprar un pequeño X100F de Fujifilm para que sacar fotos en la calle sea más fácil. Es más ligero y más intuitivo, ¡lo que me permite ser más discreto que con la enorme Canon!
¿Qué te hubiera gustado saber cuando empezaste con la fotografía?
Creo que me hubiera ayudado mucho saber cómo construir una narración de manera estructurada, ya que a veces el tema es difícil de discernir y luego de representar. Sacar una buena foto es fácil, pero saber cómo pensar en la serie, como en una película, requiere un enfoque mucho más riguroso.
¿Cómo describirías tu estilo?
Desde hace algunos años que me inclino por el fotoperiodismo de forma natural, pero la fotografía de paisajes me sigue atrayendo, así como "congelar el momento" de un paisaje en particular o de una escena en la calle.
¿Qué prefieres fotografiar?
Me encanta fotografiar una gran variedad de cosas. Encontrar nuevos temas es esencial para mí. Mi curiosidad me permite estar siempre alerta y cuando un objeto se mete en mi cabeza, naturalmente me enfoco en él y trato de aclarar la historia. Es por eso que no prefiero nada en particular en la fotografía, pero un nuevo tema siempre es un reto.
¿Cuál es tu lugar favorito en Europa y por qué?
Buena pregunta, hay muchos lugares hermosos en Europa. Tenemos la suerte de vivir en una época en la que, a pesar de los movimientos nacionalistas que todos conocemos, podemos viajar sin limitaciones. Creo que si tuviera que nombrar un lugar, podría decir Irlanda o Escocia. Ambos lugares me fascinan por los mitos locales y la profundidad de su historia. Me encantan, sobre todo, las praderas verdes y los grandes lagos que decoran estos paisajes y que son ideales para soñar despierto.
¿Cuál es la imagen que más recuerdas?
Es una imagen muy simple, que no capturé.... Este recuerdo está siempre conmigo, ¡casi como una obsesión! Fue en Ámsterdam, en un parque, en una tarde soleada. Un vendedor de helados vestido de blanco pasó con su carrito. Saqué mi cámara, ajusté la distancia focal y comencé a esperar el momento indicado. El césped estaba perfectamente podado, los niños estaban jugando, podía ver las largas sombras de los árboles al final de la tarde. De repente, una ráfaga de viento vino y se llevó la sombrilla blanca del vendedor de helados. Apreté el botón de la cámara ese mismo momento. Pero desgraciadamente, una vez en casa, me di cuenta que el carrete de fotos estaba dañado, y no tuve la oportunidad de admirar este cliché.
¿Hay cosas que nunca querrías fotografiar?
Por el momento, creo que no. En mi enfoque, que es el de un fotoperiodista, creo que todo lo que uno presencie debe ser contado. Así que, aunque no me guste la idea de enfrentarme a la muerte, especialmente en una zona de guerra, creo que mis límites se impondrán ese mismo momento. Sin embargo, es cierto que me gusta poner cierta distancia, y esto corresponde a mis límites personales con respecto a mi tema. Creo que es posible expresarse con cualquier imagen, pero hay que mantener una distancia adecuada para que el mensaje no se ahogue en un posible sentimentalismo, ¡a menos que se asuma plenamente!
