El festival, de seis días de duración, se celebra cerca de Budapest y atrae a artistas de todo el mundo.
PUBLICIDADEl Festival de música Sziget, uno de los más importantes de Europa, comienza en Budapest una nueva edición que busca recuperar su "brillo" prepandémico.
La entrada al festival de la isla, el puente K, está por fin llena de gente. 50 escenarios, más de 1000 conciertos. Esto es lo que puede esperar durante los próximos 6 días.
El festival acogerá desde este jueves hasta el martes más de 600 actuaciones, con artistas de 62 países que presentarán desde pop, rock, hasta cumbia, jazz y música clásica.
La isla de Óbuda, situada en el distrito 3 de Budapest, se convierte durante estos seis días en una "ciudad" aislada de 76 hectáreas, cuya capacidad máxima diaria es de 90 000 personas, explicó a la prensa Tamás Kádár, organizador principal del certamen.
Se esperan las actuaciones de artistas como Billie Eilish, Imagine Dragons, Florence and The Machine, Mumford & Sons o la cantante neozelandesa Lorde.
"No se trata de música, ni de gente, ni de vibraciones, ni de alcohol ni de fiesta. Se trata de todo en un lugar, una isla. La isla de la libertad", dice uno de los asistentes del festival.
Más de la mitad de los espectadores llegan de Europa pero, según informaron los organizadores, este año ha aumentado considerablemente el número de los neozelandeses, mientras que han contado representantes de más de cien países del mundo.