Un calor extremo sin precedentes y la sequía generalizada marcaron el clima europeo en 2022, según el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus, que advierte de que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes e intensos.
PUBLICIDADEuropa vivió en 2022 el segundo año más cálido desde que hay registros. El informe anual del Servicio de Cambio Climático de Copernicus muestra que Europa también vivió el año pasado su verano más caluroso hasta la fecha, con 1,4 °C por encima de la media reciente, a lo que se sumaron varios fenómenos extremos, como olas de calor intensas, sequías e incendios forestales de grandes proporciones.
Las temperaturas están aumentando al doble de la media mundial, más rápido que en cualquier otro continente.
Gran parte de Europa sufrió olas de calor intensas y prolongadas, en especial la zona Sur, que soportó el mayor número de días de "estrés térmico muy fuerte" jamás registrado.
A escala mundial, los últimos ocho años han sido los más calurosos jamás registrados.
Las emisiones de CO2 procedentes de los incendios forestales del verano pasado fueron las más altas de los últimos 15 años. En 2022, las concentraciones medias anuales mundiales de CO2 y metano alcanzaron también los niveles más altos jamás medidos por satélite.
La falta de nieve en invierno y las altas temperaturas estivales provocaron una pérdida récord de 5 km3 de hielo de los glaciares de los Alpes.
Respecto a qué pasará el 2023, la directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus C3S, Samantha Burgess, ha señalado durante la presentación del informe que aunque no se puede afirmar que los europeos sufrirán más calor este año, sí se sabe que a mayor contracción de gases de efecto invernadero en la atmósfera (+2,4 % de CO2 en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos.
El tiempo varía, hay años calientes y años fríos. Lo que ocurre es que la crisis climática amplifica esa variabilidad y hace que la probabilidad "de que haya años más cálidos aumente constantemente", ha insistido Burgess, que ha subrayado que tanto el invierno como la primavera han sido más cálidos de lo habitual en muchos puntos.