El Consejo de Energía se compromete a acelerar la descarbonización mediante tecnologías de energía limpia y ahorro energético, garantizando al mismo tiempo que la transición hacia una energía limpia sea socialmente justa.
PUBLICIDADLa Unión Europea y Estados Unidos renuevan su compromiso de garantizar la seguridad energética acelerando al mismo tiempo la transición ecológica.
Reunido bajo la copresidencia de los respectivos responsables de Política Exterior y Energía en Bruselas, el Consejo de Energía UE-EE. UU. debatió en la capital belga las perspectivas para el próximo invierno, incluida la situación en Ucrania y Moldavia.
Los participantes estudiaron cómo acelerar la descarbonización mediante tecnologías de energía limpia y ahorro energético, garantizando al mismo tiempo que la transición hacia una energía limpia sea socialmente justa.
La reunión tiene lugar un año después de la creación del Grupo Operativo Conjunto sobre Seguridad Energética, cuyo objetivo es reducir la dependencia de la Unión Europea de la energía rusa.
"En el último año, Estados Unidos y Europa han dado un impulso aún mayor a nuestra cooperación en materia de seguridad energética", exponía el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. "En 2022, Estados Unidos exportó 56 000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado a Europa. Esto supone el 40% de las importaciones totales de Europa. Es un aumento del 140% con respecto a nuestras exportaciones el año anterior de gas natural licuado a Europa".
Pasos importantes
Entre agosto de 2022 y enero de 2023, la Unión Europea redujo su demanda global de gas natural en un 19%. Lo consiguió, entre otras cosas, mediante la reducción del uso de electricidad, la mejora de la eficiencia energética en el sector residencial y la identificación de nuevas soluciones digitales para ayudar a los consumidores a ahorrar dinero.
"Hemos asistido a un aumento significativo del despliegue de paneles solares, por ejemplo, en toda Europa", cuenta Simone Tagliapietra, investigador principal en Bruegel. "Hemos asistido a una fuerte aceleración del despliegue de bombas de calor, que permiten a las familias deshacerse de la caldera de gas en casa. Así que estamos viendo realmente pasos sin precedentes para disminuir la dependencia europea del gas, con este tipo de medidas tomadas por las industrias, por las propias familias".
La Unión Europea y Estados Unidos también se unieron para apoyar las necesidades energéticas de Ucrania. Junto con sus socios del G7, entregaron más de 4 000 generadores eléctricos, 1 000 transformadores y más de cinco millones de equipos, como disyuntores y cables, para ayudar a reparar y sustituir la maltrecha red energética del país.