Por Huw Jones
LONDRES, 23 jun - Reino Unido debe evitar las grandes reformas apresuradas para hacer que su sector financiero sea más competitivo a nivel mundial tras la separación del sector de la Unión Europea por el Brexit, dijo un informe parlamentario el jueves.
El Ministerio de Finanzas británico ha propuesto decenas de cambios en las normas que rigen los mercados de capitales, la cotización de las empresas y los seguros para aprovechar la independencia de la normativa de la UE y crear una oportunidad para que Reino Unido innove. La legislación está prevista para este año.
Las perspectivas del "resistente" sector financiero británico "parecen relativamente positivas", dado que se han trasladado a la UE muchos menos puestos de trabajo en el sector de las finanzas de los previstos, según el informe de la Comisión de Asuntos Europeos de la Cámara de los Lores de Reino Unido.
Pero el presidente de la comisión, Charles Hay, dijo: "Hay que ser un poco cauteloso porque aún quedan muchas cosas por resolver en esto".
Reino Unido propone dar a los reguladores un objetivo secundario de ayuda a la competitividad del sector financiero, pero Hay dijo que la Comisión pide al Gobierno que explique exactamente cómo funcionaría esto en la práctica.
La semana pasada, un informe parlamentario distinto se negó a respaldar el objetivo, diciendo que corría el riesgo de debilitar las normas.
Los banqueros han pedido al Gobierno que acelere la reforma, pero Hay dijo que era fundamental conseguir la secuencia correcta para alcanzar el "nuevo lugar" para un sector que representa el 10% del total de los ingresos fiscales británicos.
"Más importante que la velocidad es la respuesta final, porque si se precipita y se hace lo que no se debe, se dañará algo muy valioso", dijo Hay al presentar el informe.
Las relaciones británicas con la UE son tensas, ya que el acceso del Reino Unido a la cámara de compensación al bloque finalizará en tres años. La disputa sobre Irlanda del Norte ha dejado en suspenso un nuevo foro de cooperación en materia de regulación financiera entre el Reino Unido y la UE.
Aunque el Gobierno no sería prudente si apostara por un "improbable" acceso futuro de las finanzas británicas a la UE, debería sopesar los beneficios de apartarse de las normas que heredó del bloque e imponer así nuevos costes a las empresas, según el informe.