Un grupo de jóvenes concienciados con el medio ambiente, conocidos como "veganos de la IA", lidera la oposición a ChatGPT y otras formas de IA generativa.
Un concurso del videojuego Warframe fue la gota que colmó el vaso para Bella.
A todos en su equipo de juego les dieron solo tres días para presentar sus propias ilustraciones. Nerviosa por el plazo ajustado, siguió adelante hasta que el concurso aceptó una pieza generada con inteligencia artificial (IA).
"Si la IA no hubiera sido aceptada en el concurso, quizá habría intentado competir, pero esta vez me pareció una humillación, competir con alguien que no había puesto ni una gota de esfuerzo en esa imagen", dijo a Euronews Next la joven de 21 años, de la República Checa.
"Una de las razones por las que dejé de usar la IA generativa es que es moralmente incorrecta. Si yo, como artista, siguiera usándola, sería una especie de traición. He pasado años aprendiendo y mejorando por mí misma, y aquí estoy utilizando algo que roba los resultados del trabajo de otros como yo".
Bella es una de un número creciente de 'veganos de la IA', una nueva denominación para quienes deciden abstenerse de toda IA generativa, sistemas entrenados con grandes conjuntos de datos para crear texto, imágenes, música y más.
Es un movimiento que ha crecido de forma constante desde el lanzamiento de ChatGPT de OpenAI en 2022, con la comunidad anti-IA en Reddit que ya reúne a más de 71.000 miembros.
Al igual que el veganismo, el razonamiento es principalmente ético y medioambiental.
Incluso una breve conversación con ChatGPT puede consumir el equivalente a una botella de agua, según un estudio de 2023. La extracción masiva de obras creativas por parte de esta tecnología ha llevado a artistas, escritores, cineastas y músicos famosos a unirse en protesta.
"[IA generativa] roba constantemente sin consentimiento de absolutamente todo, viola la privacidad y obtiene dinero de ello", dijo a Euronews Next Marc, de 23 años, que se abstiene de usar IA y vive en España.
"Es una herramienta del capitalismo para mantener la explotación de los trabajadores o incluso llevarla a un nivel superior".
Junto a estas preocupaciones se cierne un temor más profundo sobre cómo la IA podría estar perjudicando nuestra salud mental y nuestro desarrollo cognitivo, creando una dependencia de soluciones rápidas que nos arrebatan el pensamiento crítico.
Un estudio reciente y de pequeña escaladel Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) lo respalda, al señalar que los participantes que usaron ChatGPT para redactar ensayos registraron una menor activación cerebral que quienes no utilizaron la herramienta.
Los usuarios de ChatGPT también tuvieron dificultades para citar lo que acababan de crear y mostraron un rendimiento inferior a nivel neuronal, lingüístico y conductual, según el estudio.
Esto podría tener implicaciones mayores en el aprendizaje, la confianza y la forma en que los humanos utilizan la IA en contextos importantes, según Nataliya Kosmyna, coautora del estudio e investigadora del grupo Fluid Interfaces del MIT Media Lab.
"Si una persona no recuerda realmente lo que acaba de escribir, no siente que sea suyo, así que en última instancia significa que no le importa. ¿Y si esto no es solo un experimento de laboratorio? ¿Y si es una situación real, de vida o muerte? Algunos trabajos lo exigen".
Para Lucy, una 'vegana de la IA' de 22 años, de España, sus preocupaciones se centran en la tendencia de ciertos chatbots a la adulación, que puede llevar a validar ideas delirantes, e incluso a veces peligrosas.
"Tengo la sensación de que la era digital ya ha traído mucha estupidez, simplemente porque la gente hace un mal uso de internet y los teléfonos en lugar de utilizarlos para aprender cosas. Pero que la gente sea tonta mientras los chatbots les dicen lo acertados y brillantes que son, eso sí que preocupa", dijo.
Las dificultades de la abstinencia de IA
La IA generativa se ha desarrollado a gran velocidad, ha ido infiltrándose en el empleo, la educación, las aplicaciones de redes sociales e incluso nuestras relaciones. Esto ha hecho que sea cada vez más difícil evitarla.
"Hay que tener una mentalidad fuerte, pero yo lo he logrado", dijo Marc, que solía trabajar en ciberseguridad de IA.
"Es especialmente complicado mantenerse al margen en la universidad, por ejemplo, cuando la mayoría de los estudiantes, e incluso los profesores, la usan habitualmente para todo", añadió, señalando que también ha creado una brecha con su familia, que está "adicta a la simplificación" de la IA.
A Lucy también la "animan mucho" a usar IA en sus prácticas en una empresa de diseño gráfico, pese a que a menudo arroja resultados cuestionables.
"Hace poco, un cliente nos pidió animar su asistente de IA (un dibujo muy feo de una mujer con todo el brillo y la fealdad de la IA). Así que estamos lidiando con eso, porque la IA de vídeo le pone unas manos enormes y otras cosas. Muy valle inquietante", dijo.
Pero incluso cuando nuestra vida profesional nos obliga a usar esta tecnología, Kosmyna cree que debemos mantener el derecho a elegir cuándo y cómo se utiliza, ejercitando esos derechos con prudencia.
"¿Interacciono con ella por mi trabajo, al realizar estudios? Sí, absolutamente. ¿Investigamos cuando aparece, por ejemplo, una nueva función o [cuando] una nueva afirmación? Sí. Pero usarla para otros casos de uso personales o profesionales, personalmente no veo la necesidad de tenerla", dijo.
"Algunos casos de uso de la [IA generativa], por supuesto, son muy interesantes y más interesantes que otros. Pero no necesito quemar siete árboles y siete galones de agua para reescribir un correo electrónico", dijo.
¿Puede la IA ser ética?
Para la mayoría de los 'veganos de la IA', la convicción de base es que la IA es fundamentalmente poco ética.
Mientras que Marc cree que su uso debería estar "prohibido y castigado por ley", otros abogan por normas más estrictas que prioricen las prácticas morales sobre el beneficio.
"La IA puede ser totalmente ética si el material de entrenamiento se obtiene de forma ética y no se emplea a trabajadores kenianos explotados para ello", dijo Lucy.
"El coste energético probablemente será desorbitado de todos modos, pero no voy a negar que tengo aficiones muy intensivas en energía o contaminantes, como jugar a videojuegos, comprar artículos en el extranjero para coleccionar y cosas así".
En un momento en que se están aplicando restricciones de edad en redes sociales en ciertos países, con Australia aprobando una prohibición para menores de 16 años, Kosmyna cree que la IA generativa debería tratarse de manera similar.
"Creo que debería estar absolutamente prohibida para menores. Y por menores me refiero a todos los que están escolarizados hasta los 18 años", dijo, y añadió, "y en entornos de aprendizaje no debería imponerse".
A medida que seguimos lidiando con la integración de la IA en nuestras vidas, al menos queda un consuelo en quienes deciden abstenerse, el asombro de la realidad no tiene rival.
"La IA es tan repetitiva y superficial", dijo Lucy. "Cuando se pasa la novedad, te das cuenta de lo bueno que es el entretenimiento humano en comparación".
Los 'veganos de la IA' citados en este artículo aceptaron hablar con Euronews Next sobre sus experiencias de abstinencia de IA, pero no quisieron que sus nombres reales aparecieran por motivos de privacidad.