Decenas de lugares turísticos de todo el mundo cobran por entrar. He aquí cómo han gastado algunos de ellos los millones que han ingresado.
PUBLICIDADA mediados de febrero, Indonesia introdujo un impuesto turístico en la popular isla de Bali.
A partir de ahora, los visitantes extranjeros tendrán que pagar 150 000 rupias (9 euros) por visitar el destino.
Las autoridades afirman que la nueva tasa pretende proteger el entorno natural y la cultura de la isla.
Decenas de lugares turísticos de todo el mundo cobran ahora entrada. He aquí cómo gastan algunos de ellos los millonarios ingresos que reciben.
El nuevo impuesto turístico de Bali ayudará a proteger la naturaleza
Según el sitio web del Gobierno Provincial de Bali, la nueva tasa turística "seguirá realizando diversos esfuerzos progresivos e innovaciones relacionadas con la mejora de la calidad de la naturaleza y la cultura de Bali mediante la preservación, conservación y revitalización".
También "mejorará la calidad de los servicios, la seguridad y la comodidad de los turistas, desarrollando infraestructuras terrestres, marítimas y aéreas de forma integrada y conectada".
En concreto, las autoridades abordarán dos grandes retos a los que se enfrenta Bali en la actualidad: la congestión del tráfico y la gestión de residuos.
Los líderes del sector turístico y hostelero de la isla han pedido un proceso de auditoría que garantice la transparencia en el gasto de los fondos.
Esperan que los ingresos se destinen a proyectos en las aldeas de Bali, cada vez más populares entre los turistas que desean conocer la cultura y el patrimonio balineses.
Allí, las iniciativas comunitarias trabajan para preservar las costumbres locales y generar oportunidades económicas para los residentes que no se benefician directamente del turismo.
Durante un periodo de prueba previo al lanzamiento oficial, en el que los visitantes podían contribuir voluntariamente, las autoridades afirman que el impuesto recaudó más de 100 000 dólares (92 000 euros).
La tasa de entrada a Venecia financiará servicios para residentes
La tasa de entrada a Venecia, largamente debatida, entrará finalmente en vigor durante un periodo de prueba en la primavera de 2024.
Costará 5 euros entrar en la frágil ciudad lagunar los fines de semana punta y otros días entre abril y mediados de julio, 29 días en total.
Las autoridades han puesto en marcha un portal en el que todos los visitantes de Venecia deben registrar su presencia, incluidos los que pueden entrar gratis porque ya pagan la tasa turística de pernoctación o están exentos del pago.
De este modo, el ayuntamiento puede calcular cuánta gente habrá en la ciudad un día determinado y ajustar en consecuencia los servicios públicos, como la recogida de basuras.
Además de reducir las aglomeraciones y fomentar las visitas más prolongadas, la tasa de entrada pretende aportar fondos para mejorar la calidad de vida de los residentes.
Al anunciar la tasa, el concejal de Turismo local, Simone Venturini, afirmó que no era una "herramienta para hacer caja", sino que se destinaría a servicios que ayuden a los ciudadanos, como el mantenimiento, la limpieza y la reducción de los costes de vida, incluidos los impuestos de basuras.
"El centro histórico debe ser barrido a mano por operarios ecológicos sin ayuda de maquinaria, por lo que el coste de la gestión de residuos es superior al de una ciudad normal", explica Gabriele Vattolo, responsable de prensa del sector turístico del Ayuntamiento de Venecia.
PUBLICIDAD"Del mismo modo, el coste de mantenimiento de riberas y canales es mayor que el de una carretera normal".
La tasa de entrada también aumentará los ingresos que ya proceden de la tasa turística de pernoctación de la ciudad (entre 1 y 5 euros para los huéspedes de hoteles y otros alojamientos turísticos), que en 2023 ascenderán a 37 millones de euros.
El Ayuntamiento está obligado por ley a destinar los ingresos a financiar instalaciones y servicios directa e indirectamente relacionados con el turismo.
Esto incluye el personal de seguridad que patrulla el centro histórico y ayuda a gestionar la afluencia de turistas.
Los ingresos de la tasa turística también se destinan a financiar acontecimientos culturales anuales, como la Fiesta del Redentor -en la que los barcos se reúnen ante la plaza de San Marcos para un espectáculo de fuegos artificiales- y a mantener el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
PUBLICIDADBarcelona utiliza el aumento de la tasa turística para financiar iniciativas ecológicas
En 2022, las autoridades de la ciudad anunciaron que la tasa turística de Barcelona se incrementaría en los próximos dos años.
Desde 2012, los visitantes de la capital catalana han tenido que pagar tanto la tasa turística regional como un recargo adicional para toda la ciudad.
El 1 de abril de 2023, las autoridades municipales aumentaron la tasa municipal a 2,75 euros. El 1 de abril de 2024 se producirá una segunda subida, que ascenderá a 3,25 euros.
Según el ayuntamiento, los ingresos se destinan a financiar las infraestructuras de la ciudad, incluidas mejoras en las carreteras, los servicios de autobús y las escaleras mecánicas.
A finales de 2023, las autoridades también anunciaron ocho nuevos proyectos urbanos financiados con 7,69 millones de euros de la recaudación de la tasa turística.
PUBLICIDADEntre ellos figura Viu la vela, una iniciativa para animar a más jóvenes a practicar la vela como deporte. También forma parte del impulso a la "economía azul", todas las actividades económicas relacionadas con las esferas acuáticas y los ecosistemas marinos.
Otros 4,93 millones de euros se destinarán a promover el "turismo azul", incluidos los deportes náuticos.
Este año, las autoridades han anunciado que han destinado 100 millones de euros de la recaudación de la tasa turística a instalar bombas de calor y paneles solares en colegios públicos.
Para 2029, Barcelona prevé equipar los inmuebles escolares con un total de 181 000 metros cuadrados de paneles solares.
"Hasta ahora hemos gastado estos impuestos en compensar el impacto que los turistas tienen en la ciudad, incluidos los servicios de limpieza, la seguridad y el transporte público", declaró Jordi Valls, responsable de promoción económica y turística de Barcelona, al South China Morning Post.
PUBLICIDAD"Este año hemos decidido dar un paso más y destinar el impuesto a financiar servicios públicos desde el punto de vista climático".
La medida llega en un momento en que la región está sufriendo la peor sequía desde que se tienen registros, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia.