Dicen que vivir en un barco "no es más caro que vivir en tierra".
PUBLICIDADGrace y Jerry Grady llevan un par de semanas viviendo entre maletas. Pero esto es un inconveniente menor si significa cumplir el sueño de su vida. La pareja italo-estadounidense, de unos 70 años, son dos de los aproximadamente 800 pasajeros de un crucero de tres años y medio alrededor del mundo.
El épico viaje comenzó el 30 de mayo y visitará 425 puertos en 147 países de los siete continentes. El itinerario está programado para coincidir con las estaciones de primavera y verano allá donde viaje. El Villa Vie Odyssey, el barco que les llevará, es uno de los dos cruceros residenciales en activo.
Lo vendieron todo para pagar el épico viaje
Los Grady regresaron a Sicilia, la tierra natal de Grace, hace dos años, y desde entonces viven de alquiler. Tras vender su casa en Estados Unidos, han pasado los últimos meses vendiendo sus posesiones para financiar el viaje.
"Al final, vendimos la mayoría de nuestras pertenencias a amigos", dice Grace. "Los más listos vinieron enseguida". Desde entonces, han estado viviendo con el oso mínimo habiendo enviado varias maletas por delante al crucero. "Llevo la misma ropa todos los días y la lavo a mano cada noche", dice Grace. "Se acabó presumir de armario".
"No es más caro que vivir en tierra"
La recaudación se ha destinado a alquilar un camarote en el Villa Via Odyssey, que saldrá por unos 43.435 dólares (40.038 euros) durante un año. El crucero es sorprendentemente asequible. El alquiler anual más caro -un camarote exterior con balcón- cuesta unos 72.635 dólares (66.960 euros) al año.
En el megayate residencial The World, los precios empiezan en dos millones de dólares (1,84 millones de euros) al año y ascienden a 15 millones de dólares (13,8 millones de euros).
En Villa Vie Odyssey, los pasajeros pagan 89 dólares (82 euros) por persona y día por un camarote interior, 119 dólares (109 euros) por los exteriores y 199 dólares (183 euros) por los que tienen balcón.
Por ese precio, los huéspedes tienen comida y refrescos ilimitados, además de bebidas alcohólicas en la cena. Hay wifi gratuito y revisiones médicas (excluidos medicamentos y procedimientos). El precio incluye servicio de habitaciones 24/7, limpieza semanal y lavandería bisemanal.
En opinión de los Grady, gastan lo mismo que si vivieran en una casa en tierra firme, pero al mismo tiempo dan la vuelta al mundo. "No tienes facturas, gastos, seguros, etc.", dice Grace. "También es una forma mucho más fácil de viajar que intentar reservar nosotros mismos viajes y vuelos por separado". "No me imagino tener que hacer y deshacer maletas después de cada viaje individual", añade Jerry.
"Siempre ha sido mi sueño"
No es la primera vez que los Grady planean iniciar una nueva vida en el mar. La pareja había reservado unirse al viaje de tres años de Life at Sea Cruises, que se canceló inesperadamente en noviembre de 2023 y dejó a cientos de pasajeros solicitando reembolsos.
La espera ha sido larga, y Grace y Jerry están deseando zarpar. "Siempre he soñado con ver mundo. Quiero poner esto en marcha", dice Jerry. "Somos vagabundos, hemos viajado mucho. No me preocupa nada".
Su intención es permanecer tres años y medio en el mar, pero si cambian de opinión, el programa es flexible. El itinerario se divide en 16 segmentos de 35 a 120 días cada uno. Los pasajeros pagan un depósito por adelantado y el resto 30 días antes de cada segmento.
Si desean abandonar el barco en cualquier momento, deben avisar con al menos seis meses de antelación al nuevo segmento para obtener el reembolso íntegro. También pueden volver al barco en cualquier momento. Por otra parte, si Grace y Jerry se aficionan a la vida en el mar, en teoría no podrían volver a vivir en tierra firme.
El crucero, gestionado por Villa Vie Residences, no se detendrá al cabo de tres años y medio, sino que seguirá circunnavegando el globo. Cada 15 años se sustituirá el barco.
También es posible comprar un camarote en lugar de alquilarlo. Los precios empiezan en 99.000 dólares (91.270 euros) por una habitación interior, 149.000 dólares (137.370 euros) por una exterior y 249.000 dólares (229.500 euros) por un balcón. Además, hay cuotas mensuales de 1.750$ (1.613 euros) por persona, 2.500$ (2.300 euros) por persona o 4.000$ (3.680 euros) por persona, respectivamente.
Los propietarios pueden entonces alquilar su camarote a otras personas por sí mismos sin comisión o a través de la compañía de cruceros a cambio de una tarifa.
Jubilarse en un crucero residencial
El Villa Vie Odyssey se construyó en 1993 y se ha renovado por completo con 12 millones de dólares (1,84 millones de euros). Los camarotes interiores tienen incluso una pantalla virtual que muestra las vistas del exterior.
Hay ocho cubiertas, un paseo marítimo envolvente y una piscina. Los residentes pueden elegir entre tres restaurantes y cinco bares. El tiempo libre puede pasarse en el spa, el gimnasio, el "centro culinario interactivo" o la biblioteca.
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Hay un centro de negocios e Internet suministrado por Starlinky Viasat 3. Durante el viaje, los amigos y parientes pueden venir de visita. Pueden tener su propio camarote por 33 dólares por persona y día durante un máximo de dos semanas.
"Nuestras tres hijas ya han mirado el itinerario y pensado en cuándo pueden visitarnos", dice Jerry. La pareja se dirige ahora a Belfast, donde zarpará el Villa Vie Odyssey. "Lo más importante es la voluntad de hacer esto", dice Jerry. "Es la aventura de nuestra vida".