Más de un tercio de los adolescentes de la UE declaran episodios de consumo excesivo de alcohol, el doble que los adultos.
PUBLICIDADLa tasa de consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes -los que tienen entre 15 y 16 años- es considerablemente superior a la de los adultos en la mayoría de los países europeos. Dado que el consumo precoz de alcohol se asocia con el consumo de alcohol más adelante en la vida, esto representa un grave problema de salud pública en el continente.
En 2019, por término medio, más de un tercio (37,4%) de los adolescentes de la UE declararon haber bebido mucho alcohol al menos una vez en los últimos 30 días, mientras que esta tasa era inferior a uno de cada cinco (18,7%) entre los adultos. Los adolescentes que bebían en exceso eran, por tanto, el doble que los adultos.
¿Qué países tienen la tasa más alta de consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes? ¿Cómo varía en Europa la diferencia en el consumo excesivo de alcohol entre adolescentes y adultos? ¿Está aumentando o disminuyendo el consumo de alcohol entre los menores?
Se dice que el consumo de alcohol es excesivo entre los adolescentes cuando toman cinco copas o más en un mismo evento. Esta tasa osciló entre el 8% en Islandia y el 59% en Dinamarca en 2019.
Cuatro países nórdicos registraron las tasas más bajas
Cuatro países nórdicos -Islandia, Noruega, Suecia y Finlandia- registraron la tasa más baja de consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes de 15 a 16 años. Sin embargo, otro país nórdico, Dinamarca, registró la tasa más alta.
Esto podría estar relacionado con la normativa. En Dinamarca, los adolescentes tienen acceso antes al alcohol que en otros países nórdicos, y las políticas de control son también menos estrictas, según el informe de la OCDE "El estado de salud en el ciclo de la UE, 2022".
La edad legal para comprar cerveza y vino en Dinamarca es inferior, 16 años frente a los 18 que se exige en otros países, aunque ahora se prevé restringir la venta de bebidas con más de un 6% de alcohol a los jóvenes de 16 a 18 años.
La tasa de consumo excesivo de alcohol solo era inferior al 25% en cinco países, los cuatro nórdicos y Portugal. Además de Dinamarca, superaba el 45% en cuatro países. Entre ellos estaban Alemania, Austria, Eslovaquia y Croacia. Los adolescentes de Francia y España (34% en ambos casos) e Italia (35%) presentaban tasas de consumo excesivo inferiores a la media de la UE.
Consumo excesivo de alcohol: adolescentes frente a adultos
Las tasas de consumo excesivo de alcohol fueron más elevadas entre los adolescentes que entre los adultos en casi todos los países de Europa, excepto en Islandia y Noruega. La diferencia difiere considerablemente, oscilando entre -16 puntos porcentuales (pp) en Islandia y 35 pp en Eslovaquia, mientras que en la UE se situó en 19 pp.
Solo Islandia y Noruega registraron cifras negativas, lo que indica que el consumo excesivo de alcohol era mayor entre los adultos que entre los jóvenes de 15-16 años. A Eslovaquia le seguían Austria (33 pp), Italia (31 pp) y Bulgaria (29 pp).
La proporción fue de 2 en la UE, lo que indica que el consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes era el doble que entre los adultos. I****talia (8,8), España (5,7) y Grecia (5,3) registraron las ratios más elevadas, lo que las convierte en valores atípicos. Esta proporción fue de 1,6 en Francia, otro país mediterráneo.
La diferencia es menor en los países nórdicos
Además de Islandia y Noruega, donde el consumo excesivo de alcohol era mayor entre los adultos, Suecia (1,1) y Dinamarca (1,6) presentaban ratios más bajos en este indicador.
En todos los países, los hombres eran más propensos que las mujeres a declarar episodios de consumo excesivo de alcohol. En 2019, por término medio en la UE, el 26,6% de los hombres dijeron que habían consumido alcohol en exceso al menos una vez al mes, frente al 11,4% de las mujeres.
El género difiere en gran medida en los adultos, pero no en los adolescentes
Sin embargo, no ocurre lo mismo en los adolescentes. En la UE, el consumo episódico excesivo de alcohol entre los adolescentes fue del 38,1% en los chicos, mientras que en las chicas fue del 36,8%.
Los chicos declararon tasas más elevadas de consumo excesivo de alcohol que las chicas en 17 países, mientras que las chicas tenían tasas más elevadas que los chicos en 13 países.
Los estudios sugieren que la diferencia de género entre los adultos puede estar relacionada con las diferentes expectativas culturales y reflejar los roles tradicionales de género.
Aparentemente, estas variables no funcionan para los adolescentes. Los cambios en la identidad de género podrían ser un factor explicativo, ya que la masculinidad está menos vinculada al consumo excesivo de alcohol que en el pasado, como se muestra en unestudio de 2019 de Jukka Törrönen, de la Universidad de Estocolmo.
La embriaguez disminuye
La embriaguez es otro indicador que muestra cuánto alcohol beben los adolescentes. En 2018, la proporción de borracheras entre los jóvenes de 15 años osciló entre el 7% en Irlanda y el 42% en Dinamarca. En la UE se situó en el 22%.
PUBLICIDADMás de una cuarta parte (27%) de los jóvenes de 15 años en Inglaterra experimentaron embriaguez repetida, es decir, al menos dos veces en la vida. La proporción de jóvenes de 15 años que han repetido borracheras ha disminuido en la mayoría de los países de la UE en las dos últimas décadas.
Se redujo en promedio del 41% al 24% entre los niños, y del 29% al 20% entre las niñas entre 1998 y 2018. Si bien está disminuyendo, todavía estaba por encima del 30% en varios países en 2018.
Posibles razones detrás de la disminución de las tasas de consumo de alcohol entre los jóvenes
Se han propuesto varias razones para explicar la disminución de las tasas de consumo de alcohol entre los jóvenes.
La tecnología, las normas sociales, las relaciones familiares y la identidad de género, así como las tendencias en la salud, la forma física, el bienestar y el estilo de vida pueden explicar esta tendencia decreciente, según el informe de la OCDE "Prevenir el consumo inofensivo de alcohol", escrito por Sabine Vuik y Jane Cheatley.
Sugieren que dado que hoy en día los jóvenes se comunican mucho a través de sus teléfonos o redes sociales, esto puede crear menos ocasiones para beber. Además creen que hay menos presión social a la hora de beber en grupo.
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