Las ambicionas asiáticas de Heineken fueron bien recibidas este lunes por los mercados. Las acciones del cervecero holandés ganaron un 1,6 por ciento en Amsterdam, la subida más fuerte del índice Aex.
El viernes, Heineken se aseguró la toma de control del fabricante Tiger, el singapurense Asia Pacific Breweries (APB).
El tercer cervecero mundial ya posee el 42 por ciento de APB. Ahora, ha convencido al conglomerado Fraser and Neave, de Singapur, de cederle su 40 por ciento en el grupo. Heineken tuvo que subir su oferta inicial de 50 a 53 dólares singapurenses por acción para imponerse a un rival tailandés. Al final, pagará una prima del 54 por ciento sobre el curso medio del mes del título de APB. Una inversión de 5.400 millones de dólares sinpagupenses. O sea, 3.500 millones de euros.
En estos momentos, Heineken realiza el esencial de su actividad en Europa y Estados Unidos donde el consumo está estancado. En Asia, en que el mercado se halla en plena expansión, representa apenas más del uno por ciento de su cifra de negocios.
La toma de control de APB es, por tanto, estratégico para el cervecero holandés en un contexto de consolidación del sector a escala mundial.