PUBLICIDADEl cantante afgano, embajador de Buena Voluntad de la ONU, se encuentra de gira por Europa desde noviembre.
Darya utiliza su música para enviar mensajes de paz tanto en su país como en el extranjero.
Con esta gira Farhad Darya quiere rendir homenaje a su país, Afganistán.
“La música juega un papel muy importante en la vida de los afganos porque la consideran como un arte popular. Cada vez
más, los afganos se sienten atraídos por la música. Pero una
parte de la población que no tiene nada que ver con la cultura afgana quiere acabar con ella, quiere acabar con la música”, asegura el
artista.
Darya es el músico más célebre de Afganistán desde los años 80. El artista dice sentirse hoy muy optimista respecto al futuro de los jóvenes afganos que han elegido la música como profesión.
“Los jóvenes afganos han sufrido mucho en su país y creo
que la música puede ayudarlos. La música puede ayudarlos a
salir de su prisión. Estoy seguro de que esos jóvenes
ofrecerán a la música afgana un buen futuro”, explica Darya.
Tras la caída de los talibanes, Darya regresó a su país natal desde Estados Unidos para ayudar a los niños huérfanos. Para el artista, la educación de los niños es la garantía de futuro de su país. Para ayudarlos Darya ha lanzado el proyecto Koochee (La calle).
“Espero que se produzcan cambios en Afganistán. Los mayores
están heridos moralmente, han sufrido mucho. Son los niños,
los más jóvenes, los que pueden realizar esos cambios y garantizar
el futuro del país. Por esta razón he decidido
ayudarlos financieramente, ayudarlos en su educación”, dice.
Darya ha organizado varias campañas de sensibilización en su país.
La última de ellas fue “Dona sangre para rendir homenaje a los soldados”. Soldados, explica, que han perdido sus vidas
defendiendo a su país.
“Llamé a todos los políticos, incluso al presidente, que
finalmente participó en la campaña. Varios ministros vinieron también a donar sangre. Mi objetivo era mostrar que la vida es
algo muy importante. Quería rendir homenaje a los soldados”, explica Darya.
“Lo que yo hago también es, de alguna manera, política. No se puede hablar de Afganistán sin hablar de política. Puede que
mis actividades lleven a la gente a pensar que hago uso de mi celebridad para entrar en el gobierno pero no es así,
ese no es el camino que he elegido”, afirma.