Al menos veinte civiles han muerto en Mariúpol, al este de Ucrania, en un ataque con proyectiles lanzado en la mañana del sábado contra barrios
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Al menos veinte civiles han muerto en Mariúpol, al este de Ucrania, en un ataque con proyectiles lanzado en la mañana del sábado contra barrios residenciales.
Fuentes del ministerio del interior ucraniano hablan de 86 heridos.
Según el Ayuntamiento, cayeron 120 cohetes, lanzados por el sistema soviético Grad. Algunos impactaron contra edificios y provocaron numerosos incendios.
Kiev y Rusia se culpan mutuamente de lo sucedido.
Otras dos ofensivas tuvieron lugar más tarde contra puestos de control del ejército ucraniano.
A pesar de los esfuerzos internacionales, la tregua de diciembre es papel mojado. El líder de los separatistas prometía el viernes conquistar toda la región de Donetsk. Mariúpol, con medio millón de habitantes, es su segunda ciudad más importante, por detrás de la capital, en manos de los prorrusos.
Días atrás los combates obligaran al ejército ucraniano a abandonar su aeropuerto.
Los enfrentamientos se han multiplicado tanto aquí como en Lugansk.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko denunció la semana pasada la entrada en su país de nueve mil soldados rusos. Moscú niega haber enviado efectivos y armas, a pesar de que Occidente asegura contar con pruebas irrefutables.
Según la ONU, más de 260 personas han muerto solo en los últimos nueve días. Más de cinco mil desde el inicio del conflicto hace más de nueve meses.