Las calles de las principales ciudades brasileñas se han teñido de amarillo y verde este domingo. Más de un millón y medio de personas han
Las calles de las principales ciudades brasileñas se han teñido de amarillo y verde este domingo. Más de un millón y medio de personas han manifestado contra la presidenta, Dilma Rousseff, y contra los últimos escándalos de corrupción que han golpeado al país sudamericano.
La mayor de todas fue la de Sao Paulo, con cerca de un millón de asistentes, indignados por la situación de Brasil.
“Tengo miedo de todo, de la economía, de la salud, de lo que ha sido robado”.
“Muchas empresas están cerrando, incluida la mía, por este enorme robo del gobierno. Tengo dos hijos y quiero un mundo mejor para ellos y tal y como está ahora no lo es” .
“Este es un aviso al gobierno: queremos un cambio. O cambian o saldremos a la calle otra vez”.
El escándalo de la petrolera Petrobras ha salpicado a cerca de 50 políticos, que habrían recibido sobornos millonarios, lo que ha hecho estallar a la población que sufre las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno.
La popularidad de Rousseff ha caído en picado en los últimos meses.
Rita Dantas Ferreira, euronews:
“El Gobierno ha establecido un gabinete de crisis para seguir todas las manifestaciones que se han producido en las principales ciudades brasileñas. En Planalto, los últimos días han sido bautizados como “la semana del fin del mundo”. Desde el escándalo de Petrobras hasta los abucheos a Dilma Rousseff, todo parece ser una conspiración contra la presidenta”.