En Malasia comienza la exhumación de los restos humanos encontrados en las 139 tumbas descubiertas en el norte del país.
Concretamente, en 28 campamentos clandestinos de víctimas del tráfico de personas próximos a la frontera con Tailandia.
Algunos de ellos habrían sido creados en 2013. Los últimos fueron abandonados hace unas tres semanas.
La policía asegura desconocer el número de cuerpos que podrían haber sido enterrados en sus once kilómetros de superficie.
Según fuentes gubernamentales, personal del departamento de bosques habría colaborado con las mafias locales e internacionales en esta zona escarpada de densa jungla.
El descubrimiento de estas redes hizo que abandonaran las embarcaciones de inmigrantes birmanos y bangladesíes en medio del mar.
Tailandia ha emprendido una operación marítima de ayuda humanitaria de los inmigrantes a la deriva. Su primer ministro asegura, sin embargo, que son ilegales y serán procesados.
Las autoridades han detenido a unas cuarenta personas, la mayoría políticos locales, relacionadas con la trama.
Han convocado para el próximo viernes en Bangkok a representantes de 17 países y organizaciones internacionales para analizar la cuestión.