La bandera griega ondea este sábado sobre una Atenas calma y reflexiva después de una semana de intensa campaña y multitudinarias manifestaciones
PUBLICIDADLa bandera griega ondea este sábado sobre una Atenas calma y reflexiva después de una semana de intensa campaña y multitudinarias manifestaciones tanto a favor del “sí” como del “no”.
Es el día de reflexión. Sobre todo para el casi 12% de indecisos, según las útlimas encuestas, en manos de quiénes podría estar el futuro del país.
La polarizada sociedad griega tendrá que decidir en el referéndum de este domingo si aprueba los acuerdos de los acreedores internacionales, con la banca griega al borde de la quiebra como telón de fondo.
Aunque la pregunta del referéndum es específica sobre las propuestas de los acreedores internacionales, Bruselas asegura que el “no” podría empujar a Grecia a la salida del euro.
Alexis Tsipras pedía este viernes a los ciudadanos que hiciesen caso omiso a estas amenazas.
Los partidarios del “sí” ven con temor la posibilidad de perder de vista a las instituciones europeas.
Gane una opción u otra, la gestión política y económica del país heleno tras el referéndum se prevé intrincada.