Los griegos regresan a su complicada vida cotidiana, ya lejanas las celebraciones por la victoria del “No” en el referéndum. El cierre de los bancos
PUBLICIDADLos griegos regresan a su complicada vida cotidiana, ya lejanas las celebraciones por la victoria del “No” en el referéndum. El cierre de los bancos y el límite de 60 euros que se puede retirar al día de los cajeros sigue pesando, y muchos consideran fundamental un acuerdo con los acreedores cuanto antes.
“Estamos pasando por un momento muy complicado. No sabemos si nos van a pagar el próximo mes, o los siguientes. El futuro es incierto. No te puedes fiar de nada. Para mí, es imperativo un acuerdo, porque la salida del Euro sería mucho peor”, explica un residente de Atenas.
Trabajadores veteranos como este orfebre con 33 años de profesión a sus espaldas, piensan igualmente que hay que reflotar la economía, pero siempre con el euro: “Las últimas dos semanas no ha habido pedidos. Nadie. No estoy exagerando en cuando a los riesgos, no quiero oír hablar de una salida del euro. El desastre sería enorme, sería algo desastroso para el país.
El control de capital dificulta que la economía y los negocios se desarrollen con normalidad. Así lo confirma el dueño de una tienda de productos importando: “Todo se ha paralizado. Los proveedores quieren cobrar por adelantado. Como los bancos están cerrados, ¿cómo hacer transferencias? No se puede enviar dinero al extranjero, solo internamente”.
Nuestra corresponsal Symela Touchtidou concluye: “Este miércoles por la mañana el ejecutivo griego tuvo que desmentir las informaciones de la prensa sobre la preparación de “pagarés” para pagar las pensiones y los salarios de los funcionarios. El Gobierno dice que esas informaciones no tienen fundamento y dañan al país”.