Los actos violentos se multiplican en Turquía. Este jueves se salda con al menos dos ataques. Uno en Kilis, donde un soldado ha muerto a manos del
Los actos violentos se multiplican en Turquía. Este jueves se salda con al menos dos ataques. Uno en Kilis, donde un soldado ha muerto a manos del autodenominado Estado Islámico y otro en Diyarbakir, la ciudad más importante de las regiones kurdas del sureste del país. Allí dos agentes han sido atacados. Uno de ellos ha muerto, el otro está muy grave.
Todo ello después de que otros dos policías fueran asesinados ayer en Ceylanpinar, una ciudad fronteriza con Siria. Un acto que ha sido reivindicado por la guerrilla kurda del PKK como represalia al atentado del lunes en Suruç
Ante estos hechos el Gobierno turco ha decidido aumentar sus medidas de seguridad, especialmente en su frontera con Siria
“Vamos a construir un muro para intentar bloquear a los terroristas y evitar el contrabando. El muro también tiene como objetivo dirigir el flujo de refugiados hacia los principales puntos de entrada a lo largo de la frontera”, ha señalado el vice primer ministro y portavoz del Gobierno, Bülent Arinç.
La pregunta ahora es si estas medidas de seguridad serán suficientes para calmar los ánimos dentro del país. Son muchos los kurdos que acusan al ejecutivo de utilizarles como escudo ante los ataques del autodenominado Estado Islámico. Unos argumentos que se han podido escuchar en las calles de Estambul durante las protestas de los últimos días.
