La crisis política en Burundi ha obligado a miles de sus ciudadanos a huir a países vecinos, donde muchos han sido separados de sus familias. En el
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La crisis política en Burundi ha obligado a miles de sus ciudadanos a huir a países vecinos, donde muchos han sido separados de sus familias. En el campo de refugiados de Mahama, en Ruanda, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) utiliza la tecnología móvil para que los refugiados puedan contactar con sus seres queridos.
Uno de ellos, Fredric Ngango, explicaba así su historia a Euronews:
“Me las arreglé para que mi esposa y los niños vinieran primero a Ruanda, pero mi hijo mayor se quedó en Burundi porque estaba demasiado enfermo para viajar. Cuidé de él allí por un tiempo, pero tenía que volver con el resto de mi familia aquí, así que lo envié a Gashora, también en Ruanda. Entonces perdií contacto con él. Por eso he acudido al Comité Internacional de la Cruz Roja”.
Ngango comenzó una búsqueda desesperada para localizar a su hijo, una situación a la que se enfrentan muchos padres en Mahama.
Cuando los refugiados atraviesan las fronteras, sus teléfonos, a menudo, dejan de funcionar. Además de dejarlo todo atrás para conseguir una seguridad que no tienen en sus países, pierden completamente el contacto con sus familias y amigos.
El campamento de Mahama, instalado en una colina, en la frontera de Ruanda con Tanzania, es el hogar provisional de cerca de 30.000 refugiados.