El sueño europeo, en vía muerta

Cientos de refugiados siguen negándose a bajar del tren que fue detenido el jueves por la policía húngara en Bicske, cerca de Budapest. Las autoridades quieren llevarlos a un centro de acogida, pero ellos insisten en seguir su camino hacia el norte y oeste de Europa.
Las mismas trabas sufren cientos de personas que ese mismo día lograron acceder a la estación Keleti de Budapest. Este viernes ningún tren saldrá hacia otros países europeos.
- “La UE sigue tratándonos de esta manera. Nos están empujando hacia los camiones de la muerte”, se queja este refugiado sirio.
La angustia y la desconfianza crecen entre inmigrantes y refugiados debido a la actitud hostil del Gobierno húngaro y la falta de acuerdo entre los socios comunitarios.
- “La gente necesita saber, merecen saber qué va a pasar con ellos, donde van a ser enviados”, explica la representante para Europa Central de ACNUR, Montserrat Feixas.
El flujo de refugiados por los puestos de control, centros de detención y campamentos de acogida no cesa. Mientras que muchos se dirigen a pie hacia la frontera con Austria, que está a más de 200 km de distancia, otros aguardan aún en la frontera serbia el momento oportuno para pasar a Hungría, una correosa pero deseada entrada al espacio Schengen.