La ONU ha condenado con firmeza el bombardeo que el lunes dejó más de 130 muertos en la provincia de Taiz, en el suroeste del Yemen. El ataque, que
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La ONU ha condenado con firmeza el bombardeo que el lunes dejó más de 130 muertos en la provincia de Taiz, en el suroeste del Yemen. El ataque, que ha sido atribuido a la coalición internacional que lidera Arabia Saudí, se cebó con los asistentes a un boda. Casi todas las víctimas eran mujeres y niños que, siguiendo la tradición local, celebraban el banquete separados de los hombres. Nadie tuvo tiempo de ponerse a salvo:
- “Escuchamos acercarse aviones y estallaron las bombas. Murieron tres personas. Luego volvieron a atacar de nuevo, directamente contra la casa en la que estaban las mujeres. Sólo había mujeres”, relata un superviviente.
- “Bombardearon una boda, no hay ningún objetivo estratégico aquí, solamente personas celebrando una boda. Mujeres y niños. Rey Salman, le pregunto, ¿por qué este ataque?”, comenta un vecino del lugar.
El ataque ha sido atribuido a las fuerzas aliadas suníes que lidera Arabia Saudí. La coalición, que combina los bombardeos contra las fuerzas hutíes, de credo chií, con el envío de ayuda humanitaria al sur suní, lo niega en redondo y asegura que no ha habido operaciones aéreas en los últimos tres días.