La intervención militar rusa en Siria ha entrado en un nueva etapa. La de la guerra de acusaciones entre Rusia y Occidente. El último episodio de
PUBLICIDADLa intervención militar rusa en Siria ha entrado en un nueva etapa. La de la guerra de acusaciones entre Rusia y Occidente.
El último episodio de esta pelea informativa tiene a Irán como actor secundario. Según Estados Unidos, 4 de los 26 misiles que lanzaron los buques rusos desde el mar Caspio el jueves impactaron en territorio iraní.
“En lo que se refiere a los misiles de crucero que habrían impactado en Irán, hemos tenido algunos indicios de que este fue el caso y si ha sido así, se demostraría que esos misiles tienen fallos”, decía el secretario de Defensa estadounidense en Londres, Ashton Carter.
Moscú ha desmentido tajantemente que todos los misiles no hayan impactado en el norte y noroeste de Siria. La República Islámica de Irán, que sigue siendo uno de los pocos aliados de Bachar al Asad y de Rusia, no ha confirmado que se haya producido impacto alguno en su territorio.
Mientras las potencias occidentales critican el apoyo militar ruso al régimen sirio, Moscú intensifica su ataque aéreo y naval. El Ejército ruso asegura haber bombardeado, en las últimas 24 horas, 60 posiciones de los yihadistas.
“Como hemos visto en los últimos días, las acciones de Rusia en Siria conllevan riesgos para la región y para la propia Rusia. Su estrategia en el país es fundamentalmente defectuosa”, añadía Carter.
Además de Rusia, la coalición internacional sigue intentando acabar con el grupo Estado Islámico. La aviación francesa efectuó en la noche del jueves su segunda ofensiva aérea en el este de Siria. Según el ministerio de Defensa galo, bombardearon un campo de entrenamiento de los yihadistas.