Cuenta atrás para la cita con las urnas del domingo en Turquía. Los diferentes partidos han quemado sus últimos cartuchos en el cierre de campaña, en
PUBLICIDADCuenta atrás para la cita con las urnas del domingo en Turquía. Los diferentes partidos han quemado sus últimos cartuchos en el cierre de campaña, en el ambiente más tenso que se recuerda en décadas.
El gobernante AKP, que quiere recuperar la mayoría absoluta perdida en junio, acude a estas legislativas anticipadas como el garante de la estabilidad.
“¿En las elecciones vamos a romper un récord, Konya? ¿Vamos a darles una lección? ¿Vamos a enseñar a Bahceli a decir ‘Sí’? ¿Vamos a hacer que el líder del CHP (Partido Republicano del Pueblo), Kilicdaroglu, olvide el ‘bloque de oposición’? ¿Daremos al HDP una lección contra el terror? ¿Lo haremos?”, ha dicho el primer ministro turco y líder del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Ahmet Davutoglu, en la ciudad de Konya.
Los sondeos vaticinan entre un 41 y un 43% al AKP. El socialdemócrata CHP, principal partido de oposición, podría avanzar un punto o dos del 25% logrado en junio.
“El 1 de noviembre, vamos a ir a las urnas. Tenemos que ir. Tenemos que cambiar el destino de Turquía. Turquía no debe dejarse en manos de los políticos que sólo están preocupados por sus propios intereses y los de sus familias”, ha señalado Kemal Kilicdaroglu, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), desde Esmirna.
El izquierdista y prokurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP) debería mantenerse como cuarta fuerza del Parlamento, en unos comicios que, según los sondeos, tendrán una de las participaciones más altas de los últimos años (entre el 84 y el 86%, e incluso hasta un 91%).
“O Turquía se dirigirá hacia un sistema de un solo hombre y un régimen dictatorial opresivo, o cogerá el camino de la democracia a pesar de las dificultades, y de soluciones democráticas a nuestros problemas”, ha declarado Selahattin Demirtas, líder del Partido Democrático del Pueblo (HDP).
La respuesta, este domingo.