Victor Ponta había mostrado en reiteradas ocasiones su voluntad de acabar su mandato en 2016. Sin embargo, la presión popular por el incendio de la
PUBLICIDAD
Victor Ponta había mostrado en reiteradas ocasiones su voluntad de acabar su mandato en 2016. Sin embargo, la presión popular por el incendio de la discoteca y las acusaciones de corrupción, por las que está siendo juzgado, le han llevado a renunciar al cargo este miércoles.
“Hoy presento mi dimisión que incluye, por supuesto, la de todo el Gobierno rumano. Lo hago porque durante el tiempo que he estado en política he resistido ante mis adversarios políticos, pero nunca he peleado contra la voluntad de la gente”, dijo.
Ayer por la tarde, cerca de 20.000 personas exigieron su dimisión y la de su equipo, a los que hacen responsables de la inacción ante la corrupción y la falta de controles. El incendio del viernes en una discoteca que no contaba con las medidas de seguridad provocó la muerte de 32 personas. Alrededor de 200 están heridas decenas de ellas graves. El local, Colectiv, se incendió durante un concierto, para el que no tenía permiso.
La coalición gubernamental de centroizquierda se reunirá a lo largo del día para la formación de un nuevo Ejecutivo.