"Es una guerra dentro del islam, nuestra guerra civil pero que no podemos hacer solos. Rusia es clave para solucionar el conflicto"
Hogar de cientos de miles de refugiados que han abandonado Siria, con el terrorismo islamista en sus fronteras, son tiempos difíciles para Jordania. En una entrevista en exclusiva, el rey Abdalá II de Jordania habla con la enviada especial de euronews, Isabelle Kumar para “The Global Conversation”.
- El rey Abdullah II nació el 30 de enero de 1962
- El monarca afirma ser descendiente del Profeta Mohammad
- Accedió al trono en febrero de 1999
- Está casado con la reina Rania y tienen cuatro hijos
- El rey Abdullah se educó en Gran Bretaña y Estados Unidos
- Es el comandante de las Fuerzas Especiales Jordanas
En Ammán, el rey Abdalá II ha dicho a euronews:
“Sobre esta esta guerra global contra el terrorismo. Europa sufre por los combatientes extranjeros, y eso es algo sobre lo que llevamos hablando dos años. En mi opinión, esto es una guerra global, una especie de Tercera Guerra Mundial. Una acción conjunta en Siria nos permitiría construir un bloque para afrontar la situación desde un enfoque holístico. Así que, tenemos que unirnos y cooperar en este asunto. Es un toque de atención para que se establezca una sincronización”.
Ha añadido:
“Moscú es clave para llegar a una solución política en Siria.(…) Hay mucha desconfianza entre el Oriente y Occidente. Por desgracia, sigue existiendo esa mentalidad de estar viviendo en la Guerra Fría. Tenemos que superarlo para enfrentarnos a este nuevo desafío global de esta Tercera Guerra Mundial”.
Sobre los refugiados sirios en su país:
“Los europeos empiezan a experimentar apenas un poco del desafío al que nos hemos enfrentado durante los pasados años y vemos que la reacción en Europa cuando un pequeño porcentaje de esos refugiados han alcanzado sus costas (…). Para ocuparnos realmente del problema, se precisan aproximadamente 3.000 millones de dólares al año. Por desgracia, este año alcanzaremos alrededor del 35% de la ayuda internacional. Por lo que, cada año nos cuesta aproximadamente un cuarto del presupuesto para cubrir no solo el cuidado de los refugiados, sino también el refuerzo de las infraestructuras. Para un país pequeño como el nuestro que está intentando trabajar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), es un desafío tremendo. Y estamos siendo abandonados por la comunidad internacional”.