Bernie Sanders arrancó discretamente su campaña electoral. Siendo casi un desconocido, sorprendió a todo el mundo con su éxito en los caucus de Iowa
Bernie Sanders arrancó discretamente su campaña electoral. Siendo casi un desconocido, sorprendió a todo el mundo con su éxito en los caucus de Iowa y su victoria en Nuevo Hampshire.
Nacido en Brooklyn en el seno de una familia judía de origen polaco, Sanders, de 74 años, se interesó muy pronto en la política. Su carrera comenzó en 1981 cuando fue elegido alcalde de Burlington, en Vermont.
No es un gran orador. Tampoco especialmente carismático. Sin pretender complacer a su público, logra una gran afluencia a sus mítines.
En 1990 es elegido para la Cámara de Representantes. Un cargo que renueva hasta 2007, cuando se convierte en senador.
Durante toda su carrera compite como independiente, hasta que el año pasado decide pasarse a las filas demócratas para la campaña.
Su discurso social es claro: defiende a la clase media, quiere aumentar el salario mínimo y pelea por una seguridad social universal y la gratuidad de la universidad. Pero también anuncia que aumentará los impuestos.
A las críticas de Hillary Clinton, que le acusa de no tener experiencia en política exterior, responde que la decisión más importante de la historia reciente estadounidense fue la de la guerra en Irak: ella votó a favor y él en contra.
De ser elegido presidente, sería el inquilino de la Casa Blanca de mayor edad de la historia.