El bombardeo a un hospital de Médicos sin Fronteras en Afganistán en octubre de 2015, en el que murieron 42 personas, no es un crimen de guerra
PUBLICIDADEl bombardeo a un hospital de Médicos sin Fronteras en Afganistán en octubre de 2015, en el que murieron 42 personas, no es un crimen de guerra porque “no fue deliberado”. Así concluye la investigación oficial del ataque que ha presentado el Pentágono. El texto indica que fue consecuencia de “una combinación de errores humanos y técnicos” y a que el hospital estaba en la lista de objetivos “a no bombardear”, información a la que no tuvo acceso la tripulación durante el ataque.
“La investigación ha concluido que algunos miembros del personal no cumplieron con las reglas de combate. Sin embargo, las pesquisas no consideran que estos fallos ascendiendan al nivel de crimen de guerra. El incidente resultó de una combinación de errores humanos, errores de proceso y fallos técnicos, y del hecho de que nadie del personal sabía que estaban bombardeando un hospital”, ha dicho el general Joseph L. Votel, que dirige el Comando Central a cargo de las operaciones en Oriente Medio.
El Gobierno estadounidense ha impuesto sanciones leves a 16 militares.
Mientras tanto, Médicos sin Fronteras ha tildado el ataque de “brutal” y ha exigido una investigación independiente.