Las autoridades canadienses han reconocido que no pueden controlar el incendio que está arrasando un bosque del noroeste de Canadá y que desde el
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Las autoridades canadienses han reconocido que no pueden controlar el incendio que está arrasando un bosque del noroeste de Canadá y que desde el domingo ha consumido más de 85.000 hectáreas.
Las elevadas temperaturas y las fuertes rachas de viento están haciendo imposible la labor de los bomberos y obligado a evacuar a 88.000 habitantes de Fort McMurray.
En total hay 49 fuegos forestales, de los que solo siete están bajo control, en la provincia de Alberta, en el noroeste del país norteamericano y epicentro del sector petrolífero.
Las autoridades locales decretaron el estado de emergencia mientras las llamas han convertido la localidad en una ciudad fantasma.
La máxima preocupación de los servicios de emergencia es evacuar a unas 25.000 personas que se han refugiado en el norte de Fort McMurray. La prioridad es intentar abrir una ruta de acceso para poder rescatar a los que siguen asediados por las llamas.
El daño no es solo material. El incendio ha afectado a la producción de petróleo de una zona que cuenta con las terceras mayores reservas de crudo del mundo.