Sigue sin control el incendio que arrasa el noreste de Canadá

Más de 2 000 vehículos han tenido que ser escoltados por la policía para permitir a los siniestrados escapar de las llamas hacia el sur de la provincia de Alberta. Muchos han tenido que buscar refugio en las explotaciones petrolíferas del norte de Fort McMurray, hoy una ciudad fantasma. El incendio que ha arrasado más de 101.000 hectáreas de bosque ha obligado a evacuar cerca de 90.000 personas.

Ante la escasez de suministros para alojar a las 25 000 personas atrapadas en los alrededores de Fort McMurray, el primer ministro canadiense ha asegurado que el “gobierno está ayudando a las autoridades locales de Alberta con medios aéreos y refugios de emergencia para unas personas 7 000 personas, otras 13 000 camas están en camino. Seguimos pendientes de la situación ya que los vientos cambian rápidamente de dirección. Pedimos prudencia a los evacuados”, ha dicho el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Los evacuados no podrán regresar a sus hogares al menos en dos semanas ante el riesgo que representa el incendio forestal que rodea la ciudad. Este viernes, han sido confirmadas las dos primeras muertes relacionadas con el siniestro.