Hungría celebrará su referéndum sobre inmigración el próximo dos de octubre.
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Hungría celebrará su referéndum sobre inmigración el próximo dos de octubre. Una consulta en la que se preguntará a los ciudadanos si aceptan que la Unión Europea les imponga cuotas obligatorias de asentamiento de migrantes no aprobadas por su parlamento.
Animado por el triunfo del Bréxit, el primer ministro ultraconservador Victor Orban espera que una victoria del NO aumente su margen de maniobra.
“Una de las conclusiones más importantes que ha sacado el Gobierno húngaro del referéndum del Bréxit ha sido que hay que escuchar la voz de la gente”, comenta esta analista. “En su campaña del referéndum aquí en Hungría ya estaban diciendo que quieren aumentar su poder de negociación en la Unión Europea argumentando que esto es lo que quiere la mayoría de los húngaros”.
Orban, enemigo acérrimo de Bruselas desde el comienzo de la crisis de los refugiados en 2015, cerró y valló su frontera con Croacia y Serbia, la principal entrada terrestre al espacio Schengen utilizada hasta entonces por miles de personas.
La Unión Europea estudia cambiar la ley para multar a los países miembro que no acepten sus cuotas, para que los migrantes sean realojados en otro lugar.
“En la campaña, que oficialmente comienza ahora, además de los partidos en el Gobierno, probablemente Jobbik, de extrema derecha, también pedirá a los votantes que digan NO a Bruselas. Las formaciones de izquierda harán campaña por el SÍ”.