PUBLICIDADBARCELONA 1992Boicot a los boicots: la Guerra Fría ha terminado
Entre 1988 y 1992 se produjeron la política cambia el rostro del mundo y esto se reflejó en los Juegos. La caída del bloque soviético supuso la desaparición de la Unión Soviética y Alemania del Este, la República Democrática Alemana, que en los últimos años habían dominado el medallero. En Sudáfrica termina el Apartheid. Por primera vez en 20 años no hay boicots en los Juegos.
Libre de controversia Barcelona ’92 se celebró en un clima distendido y de euforia colectiva. Para la historia de la música quedó el dúo interpretado por la soprano Monserrat Caballé y el británico Freddie Mercury que fue proyectado durante la ceremonia de apertura ocho meses después de la muerte del líder del grupo Queen.
En la final femenina de los 10.000 metros la etíope Derartu Tulu esperó en la línea de llegada a la corredora sudafricana blanca Elana Meyer, y ambas dieron la vuelta de honor en lo que se convirtió en un símbolo de la África post-Apartheid.
El británico Derek Redmond se rompió un tendón en los 400 metros y fue ayudado por su padre a cruzar la meta, en un momento dramático.
Una de las principales atracciones de Barcelona fue el baloncesto masculino, que acababa de abrirse a los profesionales. Estados Unidos mandó a su Dream Team que incluía a Magic Johnson, Michael Jordan y Larry Bird y que por supuesto consiguió el oro con facilidad y su estilo inimitable.
ATLANTA 1996Los Juegos se vuelven demasiado comerciales, para algunos
Los Juegos de Atlanta comienzan con un momento de gran emoción. Cuando el peso pesado, oro olímpico y el más grande de todos los tiempos Mohamed Ali, iluminó el pebetero no sin dificultad debido a su estado de salud.
En la pista brillaron el canadiense Donovan Bailey, que batió el record en los 100 metros o el estadounidense Michael Johnson que barrió la marca de los 200 metros y se llevó el oro también en los 400. Las mismas medallas que la francesa Marie-Jose Perec.
Los juegos quedaron ensombrecidos por el atentado de un fanático de extrema derecha, que hizo explotar una bomba en el Centennial Olympic Park matando a dos personas e hiriendo a un centenar. La actuación de un policía, que permitió evacuar la zona evitó una tragedia mayor.
Los Juegos de Atlanta recibieron también duras críticas, y especialmente duras por parte del presidente del Comité Olímpico Internacional por ser demasiado comerciales, con algunos patrocinadores y en particular Coca-Cola establecieron auténticos monopolios publicitarios. El presidente del COI Juan Antonio Samaranch se negó a calificarlos de “los mejores Juegos de la Historia” en la ceremonia de clausura, algo que se había convertido en una tradición.