Las peticiones de clemencia de Gobiernos, distintas ONG y organismos internacionales han caído en saco roto… Indonesia ha ejecutado este viernes a cuatro presos, tres nigerianos y un indonesio, que ha
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Las peticiones de clemencia de Gobiernos, distintas ONG y organismos internacionales han caído en saco roto… Indonesia ha ejecutado este viernes a cuatro presos, tres nigerianos y un indonesio, que habían sido hallados culpables por tráfico de drogas.
Otros diez reos, varios de ellos extranjeros, serán ajusticiados en los próximos días. Desde la UE y la ONU se multiplican los llamamientos para frenar las ejecuciones:
“La ONU se opone al uso de la pena capital en todas las circunstancias”, decía un portavoz de Naciones Unidas. “Según el derecho internacional, si se utiliza, sólo debería ser impuesta para ‘los delitos más graves’, que implican un asesinato intencionado”.
Sin embargo, en Indonesia, donde mueren de media unas 30 personas al día por culpa del consumo de drogas, tanto el Gobierno como la gente de a pie consideran que su tráfico es un delito imperdonable.
- “Si se demuestra que alguien es un traficante de drogas y ha arruinado una generación de un país, se merece que le condenen a muerte. Pero todo depende de cada caso. Si sólo es por tráfico de personas, entonces no merecen un castigo tan fuerte”, opinaba un vecino de Jakarta.
El número de ejecuciones se ha disparado en Indonesia tras la llegada al poder del presidente Joko Widodo, que hace años era considerado como un reformista pro derechos humanos.