Brasil intenta contener el flujo de armas que normalmente circulan en su frontera con Paraguay y Argentina en la cuenta atrás para la inauguración de las…
PUBLICIDADBrasil intenta contener el flujo de armas que normalmente circulan en su frontera con Paraguay y Argentina en la cuenta atrás para la inauguración de las olimpiadas. Una respuesta tardía para prever ataques en los Juegos Olímpicos de Río.
Es la misión prioritaria del policía responsable de la comisaría de Foz de Iguazú.
Fabiano Bordignon: “Hay una investigación en marcha para saber de donde vienen esas armas. La mayoría no se fabrican en Brasil, vienen de países como Estados Unidos, a través de Paraguay, y qué es lo que tenemos que hacer? Tenemos que colaborar con esos países para evitar la entrada de estas armas en Brasil”.
El mes pasado, Brasil detuvo a doce sospechosos a los que la policía acusa de apoyar al llamado Estado Islámico y de preparar un ataque durante los Juegos. La policía dice que están vigilando a un centenar de personas con posibles vínculos con el fundamentalismo islámico.
Para el imán de mezquita de Iguazú, Abdo Naser Elgatib: “Si nos encontraramos con alguien sospechoso, alguien que pudiera suponer una amenaza a la seguridad del resto del país, lo importante no es la religión a la que pertenece ni cuál es su raza o color, lo que hay que hacer es tomar las medidas necesarias, e informar a la policía”.
La policía brasileña ha activado el protocolo de máxima alerta en los puestos fronterizos. Foz de Iguazú es la única ciudad brasileña fronteriza que fue incluída en la ruta de la antorcha olímpica, no por su ubicación en la triple frontera con Argentina y Paraguay, sino por el interés del Gobierno brasileño en promover las cataratas.