El plan de reasentamiento de la UE debía servir para demostrar que Bruselas se enfrentaba a la dramática crisis migratoria a las puertas de Europa.
PUBLICIDADEl plan de reasentamiento de la UE debía servir para demostrar que Bruselas se enfrentaba a la dramática crisis migratoria a las puertas de Europa. La Comisión Europea estaba bajo presión por el número creciente de víctimas en el Mediterráneo y la llegada masiva de inmigrantes. Así fue como el 9 de septiembre de 2015 se anunció el plan para aliviar la presión sobre los países más afectados a través del reasentamiento de refugiados procedentes de Italia, Grecia y Hungría en otros países de la Unión Europea.
El plan preveía reasentar a 160.000 refugiados, una ínfima parte del millón doscientas cincuenta mil personas que solicitaron asilo en la UE el año pasado. Como dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se trataba de mostrar “solidaridad europea” y “valor colectivo”. Un año después, apenas 4.400 de los 160.000 refugiados han sido reubicados.
John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional Europa, opina que “el fracaso absoluto de los líderes europeos para reasentar a los refugiados es fruto del incumplimiento flagrante de los compromisos adquiridos por los países de la UE y muestra una preocupante falta de solidaridad tanto entre los Estados miembros como hacia los refugiados (…) Los refugiados deben ser distribuidos de manera equitativa entre todos los Estados miembros. Europa debería reasentar a un número mucho mayor de refugiados y ofrecer otras vías legales de admisión, como la reunificación familiar o visas humanitarias. En última instancia, la solución se reduce a un mayor reparto de la responsabilidad tanto dentro de la UE como a nivel internacional”.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirma que los retrasos han provocado que algunos refugiados se hayan quedado atrapados en Grecia hasta un año, así como situaciones de hacinamiento en los centros de acogida.
El plan “fallido” de reubicación de la UE
Este gráfico muestra el número total de solicitudes de asilo que hubo el año pasado en la Unión Europea y lo compara con el número de refugiados que la Comisión Europea pretendía reubicar (en rojo) y los que fueron realmente reubicados (en azul).
Cada figura humana equivale a 1.000 refugiados.
¿Qué salió mal?
Según Eugenio Ambrosi, director de la oficina europea de la OIM, el principal problema ha sido la resistencia de los países a aceptar el número de refugiados que se les asignó. A eso se suma que ha habido problemas en la tramitación de solicitudes de asilo en Grecia. “Cuanto más tiempo se tarda en hacer los trámites, más se obstruye el sistema, en términos de recepción y asistencia en Grecia e Italia, ya que sigue habiendo un gran número de personas que necesitan ser atendidas”, señala Ambrosi.
¿Quiénes han sido los países más reacios de la UE?
Las cifras sobre el reasentamiento de refugiados arrojan sorpresas. Alemania, uno de los países más dispuestos a acoger refugiados, se ha hecho cargo del 62 por ciento de la cuota que se le atribuyó de 27.656 personas. Incluso los países con mejores resultados, Finlandia y Malta, solo han cumplido con un tercio de sus cuotas.
En el otro extremo, Polonia y Austria no han reasentado a nadie, mientras que Bulgaria, República Checa, Alemania, Irlanda y Eslovaquia han reubicado menos del 1 por ciento de sus asignaciones.
¿Qué dice la Comisión Europea?
Una portavoz dijo a Euronews: “La Comisión está redoblando sus esfuerzos para fortalecer el proceso de reubicación en Grecia e Italia y mantener la presión política sobre los Estados miembros. El comisario Avramopoulos se puso en contacto con todos los Estados miembros el 5 de agosto, destacando que el proceso de reubicación debe acelerarse y todos los Estados miembros tienen que cumplir con los compromisos adquiridos y dar una respuesta adecuada mediante un compromiso más activo y regular en la reubicación”.