La inquietud y la regulación sobre los apartamentos turísticos llega a Atenas, donde como en otras ciudades europeas gigantes de internet como AirBnb extienden su…
PUBLICIDADLa inquietud y la regulación sobre los apartamentos turísticos llega a Atenas, donde como en otras ciudades europeas gigantes de internet como AirBnb extienden su red. Por ello, el gobierno griego prepara una ley para que los particulares que alquilan su piso con este objetivo se registren en una lista y paguen un tasa de entre el tres y el cinco por ciento por cada entrada.
“Registraremos estos sitios en un listado especial”, avanza a Euronews el viceministro de Finanzas griego, Trifon Alexiadis. “Cualquiera que cuelgue en internet anuncios de apartamentos para alquilar tendrá primero que apuntarse en esta lista. Esto forma parte de la acción gubernamental para luchar contra la evasión fiscal, el comercio ilegal y la corrupción”.
Se calcula que, en Atenas, hay ocho mil apartamentos así. Y la Cámara de Hoteles Griega cifra en más de quinientos millones de euros las pérdidas anuales de sus establecimientos, lo que supone quince mil empleos menos.
“Este fenómeno golpea al Estado, los ingresos públicos, el empleo y la competitividad”, se queja el presidente de la Cámara de Hoteles Griega, Georges Tsakiris. “Crea un entorno de negocios que no es justo y amenaza la viabilidad de las compañías de turismo griegas”.
Y el problema se extiende a otros países del sur europeo como España, Italia o Francia donde las legislaciones difieren en cada caso dentro mismo de cada Estado.
“Grecia no es el único país que intenta regular el mercado de alquiler privado de apartamentos turísticos”, explica la periodista de economía de Euronews en Atenas, Symela Touchtidou. “En Italia, los propietarios de hoteles reclaman una tasa específica para estos competidores que consideran injusta. En España, las autoridades han creado una página web para que la gente señale apartamentos de alquiler que no tienen licencia ni pagan impuestos”.
En el caso de Barcelona, que ya supone el cuarto destino turístico para AirBnB esta plataforma afirma haber generado el año pasado 740 millones de euros. En 2015, se estima que alrededor de veinte mil apartamentos turísticos. Algo que también encarece los precios inmobiliarios de los barrios cerca de la playa.